Un año duro este 2017 en lo referente a la provincia y sobre todo a los incendios que han asolado amplias extensiones de terreno arbolado y de monte en zonas de las comarcas de Sanabria, Aliste y Fermoiselle-Arribes, fuegos en los que la mano del hombre ha estado detras en un 95% de los casos, una lacra para el medio ambiente y el patrimonio natural de la provincia de Zamora. Noticias que vividas "in situ" son mucho más duras, este verano no fue agradable para nuestro equipo de redacción. Noches largas y mucho esfuerzo informativo que hubiéramos preferido no hacer no por trabajo sino por las consecuencias para nuestra provincia.
Incendios que rompen esperanzas y que destruyen el maltrecho futuro de las poblaciones que pierden ya no solo sus habitantes sino también parte de su encanto natural de la mano de los pirómanos, y de las pobres políticas que sobre medio ambiente y conservación de bosques se hacen durante el año y o que cambian o serán como ya prevén muchos entendidos zona desértica en menos tiempo que parece.
Los partes de incendios llegaron a tener 17 incendios abiertos en el día muchos de ellos activos a lo largo de un verano que se alargó en demasía y que parecía no acabarse nunca. También debido a la enorme sequía que aún hoy mantiene las restricciones de agua en muchos pueblos de la provincia, se creó una situación medioambiental muy grave que este año ha sido mucho más cruenta que en campañas anteriores.
Aliste fue protagonista inicial del primer gran incendio en el que más de dos mil hectáreas eran pasto de las llamas. Pino del Oro, Bermillo de Alba y las localidades colindantes estuvieron a punto de ser evacuadas debido a que las llamas se acercaban a las poblaciones poniendo en peligro las vidas de sus vecinos. Nuestro equipo estuvo allí para contarlo y nos llevamos más de un susto y toda la desesperación junto con decenas de personas que veían como sus explotaciones ganaderas, tierras de labor y cultivos se quemaban sin poder poner remedio.
Fermoselle y los Arribes uno de los entornos naturales más importantes de la provincia sufrieron el peor incendio de su historia. La mano del hombre volvía a estar detrás de la desolación y del gris y negro en el que se convertía su paisaje. Las BRIF y todos los vecinos junto con los equipos de emergencias y de extinción de incendios se volcaban en la zona, se cortaban carreteras, intervenían hidroaviones, helicópteros, ejército ( UME ) y un largo etcétera de profesionales del servicio de extinción de incendios en un virulento fuego avivado por el aire incesante y los temidos tres treinta que sumían a la comarca en la desolación. La solidaridad de los vecinos tanto de Fermoselle como de las poblaciones colindantes era todo un símbolo de que el fuego une pero a un precio demasiado alto. También estuvimos allí y compartimos tarea con las BRIF y con la amabilidad y disposición de los vecinos de Fermoselle, Pinilla, Fornillos, a todos ellos reiteramos las gracias por su ayuda y solidaridad. NIVEL 2 #IFPINODELORO CRÓNICA DE UN DÍA NEFASTO RENACIMIENTO EN FERMOSELLE YA ES UN SÍMBOLO
Sanabria era un año más pasto también de las llamas, y los incendios se sucedían en una comarca, que año tras año sigue siendo maltratada por los pirómanos y que hace que el entrono natural se veje sobremanera, y deje estampas como las que pudimos observar viendo a los hidroaviones tomar agua del mismo Lago de Sanabria para sofocar las decenas de conatos que se producían en todo el entrono del Parque Natural del lago de Sanabria. Todo un desastre medioambiental que tiene tras de sí la mano del hombre.
