La Semana Santa zamorana está llena de tradiciones, de clichés, unos vienen de hace incluso cientos de años, otros de hace décadas. Rosa Baldeón, cocinera del bar Oviedo's, nos habla de una pequeña tradición que un grupo de amigos creó en su bar hace un par de décadas: comer trucha el Domingo de Ramos.
Las tradiciones se crean, se viven, perduran... algunas tienen sus orígenes claros, otras simplemente son así desde hace tanto tiempo que se nos hace imposible recordar cuando empezó todo y otras, comenzaron de una manera que no nos imaginaríamos.
Hace cosa de 20 años, los dueños del bar Oviedo's tenían la bodega del Motín de la Trucha. Era Domingo de Resurrección y como es tradición, estaban comiendo el "dos y pingada". Entonces un grupo de amigos, Santos, Nini, Juancho y Susi, que estaban reunidos en la bodega, empezaron a decir: "el Domingo de Resurrección se come el dos y pingada, pero... ¿y el Domingo de Ramos? ¿no se hace nada?". Dada su ubicación del momento, la bodega "El motín de la trucha", surgió la idea de comer trucha el Domingo de Ramos. Unos decían: "pues mira que a mi me gustan y mi mujer nunca me las hace"; otros: "pues anda, con lo que a mi me gustan las truchas...". Entonces se plantearon: ¿Y por qué no?
Esta tradición sólo la ocupan actualmente los hombres y la razón es simplemente que, cuando empezaron, a sus mujeres no les gustaban las truchas. De "El motín de la trucha" pasaron al bar "Oviedo" y más tarde a su continuación, el bar "Oviedo's", donde siguieron con esta tradición a la que se fueron uniendo más amigos y conocidos. Ahora el plazo está abierto para quien se quiera unir a la comida en la que se reunen a día de hoy entre 15 y 20 personas. "Empezó de la forma más tonta y ahora hace ya 20 años que se sigue esta tradición, ¡son la asociación de la trucha!", asegura Rosa Baldeón, cocinera del bar que cada año en el Domingo de Ramos prepara las truchas para este grupo de amigos.
Unos años están los mismos de siempre, otros se une gente nueva, pero el buen ambiente que se respira es siempre el mismo y sólo esperan que esta tradición siga vigente por muchos años más.
