Isabel Peláez, dueña de un centro de estética: "Hemos tenido que reinventarnos. Con el coronavirus, la clientela invierte más en salud que en belleza"

"Reinventarse o morir". Este es el lema que se ha echado a la espalda Isabel Peláez, dueña de un centro de estética en Zamora, para sortear las consecuencias económicas que ha traído el coronavirus.

 El cambio de tendencia con la evolución de la pandemia ha sido claro: "La clientela deja de invertir en belleza para hacerlo en salud", recalca Isabel Peláez. Con las restricciones de movilidad, el confinamiento y el cierre de la hostelería por semanas "las clientas dejan de arreglarse, de peinarse, de hacerse la manicura", mientras que las mujeres más mayores dejan de venir al salón "por miedo y yo las entiendo", resalta Peláez.

De hecho, muchos centros de estética que se abrieron en Zamora como inversión han tenido que cerrar ante la evolución de la epidemia. Pero Peláez ha tenido suerte. Diplomada en Quiromasaje y formada en Estados Unidos y Barcelona cuenta con un salón de 160 metros cuadrados en el que ofrece quiroplaxia y quiromasaje. Ha sido su salvación económica. 

Aún así, los ingresos han bajado y mucho. Antes de la llegada de la pandemia, este centro de estética contaba con 4 empleadas y una de baja. Desde el mes de junio, el trabajo decayó en casi un 60% y la plantilla se redujo a dos trabajadoras, 1 en ERTE.

"Durante el verano no nos fue mal, pero se trató de una mejoría engañosa", explica Isabel Peláez. Los autónomos pudieron sobrevivir en esas fechas porque se aplazaron las cuotas y se prorrogaron los impuestos, pagos que llegan ahora y "nos están asfixiando", recalca Peláez.

Desde el pasado mes de agosto "estamos trabajando a niveles preocupantes", lamenta, aunque al mismo tiempo reconoce que tiene "una clientela fija desde hace 25 años, a la que agradezco su confianza, y que sabe que aquí seguimos a rajatabla las medidas higiénicas y de desinfección que impone el coronavirus".

Trata de paliar las consecuencias económicas que afectan a todos los ciudadanos y todos lo sectores econonómicos con promociones y campañas especiales, pero también potenciando los quiromasajes aprovechando unas instalaciones espaciosas y la profesionalidad con que ejecutan su trabajo.

Isabel Peláez lamenta la falta de ayudas directas a los sectores más afectados por esta pandemia, empezando por el turismo y la hostelería, y no llega a entender la razón por la que el Gobierno ha aumentado la cuota de autónomos para 2021 "con la que está cayendo".

Por eso, está convencida de que de esta situación saldremos "ayudándonos entre nosotros". "Mi marido siempre dice que su padre le decía que hay que dar de comer al que te da de comer", asegura, por lo que anima a consumir en los establecimientos de Zamora para reducir las consecuencias de una crisis cuyos efectos son aún impredecibles para una economía local como la de la provincia. 

Optimista, "porque no quiero ser realista", Isabel Peláez considera que se ha "politizado" en exceso la pandemia, pero también es consciente de que "nos ha perjudicado la falta de responsabilidad individual".

Para el nuevo año, además de la efectividad real de la vacuna, esta autónoma zamorana pide que los dirigentes políticos se bajen de la arena política y exoneren a los autónomos de impuestos, además de poner en marcha un programa de recuperación progresiva del pequeño empresario. "No creo que nos hagan mucho caso", porque recuerda "llevamos años luchando por la bajada del IVA y seguimos en el mismo punto".

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