Consumo: "En verano, los derechos no se toman vacaciones" y ofrece una guía para viajeros
En plena temporada estival, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda a los viajeros que, aunque el verano es tiempo de descanso, sus derechos como consumidores siguen en vigor. La OCU ha emitido una serie de recomendaciones para enfrentar posibles problemas relacionados con los cuatro servicios más comunes en vacaciones: transporte aéreo y terrestre, vivienda turística y alquiler de coches.
La OCU subraya la importancia de leer detenidamente todos los documentos y condiciones antes de aceptar y firmar cualquier contrato de viaje. Es crucial guardar estos documentos, ya que especifican el alcance real de los servicios contratados y, por ende, los derechos que se tienen como consumidor. En caso de problemas, se recomienda reclamar por escrito a la compañía correspondiente y, cuando sea necesario, rellenar una hoja de reclamaciones.
Para resolver disputas relacionadas con el transporte aéreo, como retrasos, cancelaciones o denegación de embarque, la OCU aconseja contactar con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) si el vuelo sale de España o regresa con una aerolínea europea. La resolución de la AESA es vinculante para la aerolínea, pero no para el consumidor.
En el transporte terrestre nacional, que incluye trenes, autobuses y alquiler de coches, la OCU recomienda acudir a las Juntas Arbitrales de Transporte Terrestre, presentes en todas las comunidades autónomas. Este organismo ofrece una solución vinculante para ambas partes, a menos que la compañía haya excluido esta opción en sus condiciones.
Para problemas con alquileres turísticos, los viajeros deben dirigirse a las Direcciones Generales de Turismo de las comunidades autónomas. Aunque esta vía es administrativa, puede apoyar en un juicio posterior si se desean reclamar daños y perjuicios.
Si no se llega a un acuerdo amistoso con la compañía, la OCU ofrece la herramienta gratuita "Reclamar", que insiste a la empresa en resolver el conflicto. También se puede recurrir a organismos voluntarios de reclamación, que ofrecen una solución más rápida que la judicial.
Finalmente, los consumidores tienen la opción de acudir a la vía judicial. Para reclamaciones menores de 2.000 euros, no es necesario contratar abogado ni procurador, facilitando el acceso a la justicia para todos.