Aprender a hacer nuestro propio pan está en la lista de deseos
9 de cada 10 españoles comen pan a diario. Es básico en nuestras vidas y estamos comenzando a descubrir la esencia de hacer pan en casa, que de hecho es más fácil de lo que se cree, y quizás el pensar en el ensayo-error hasta que demos con el punto de elaboración es posiblemente lo que nos echa para atrás. Hacerlo genera cierto respeto pero la buena noticia es que con un pequeño electrodoméstico como es una amasadora de pan podemos disfrutar de pan casero sin complicarnos la vida. El resultado merece la pena.
Sólo hay que contar con una batidora amasadora. Si aun no tienes ninguna, puedes escoger una de la selección realizada por My Little Kitchen para poder pasar a un nivel superior a la hora de hacer la masa. El secreto está en tener la herramienta adecuada y paciencia. Porque en efecto probablemente no salga el pan perfecto a la primera, ya que por más que tengamos la receta el resultado también depende de la marca de harina y del tipo de agua, de modo que la masa puede requerir medidas y tratamiento diferentes en función de cada caso. El truco está en repetir la receta una y otra vez.
La manera de hacerlo según la tradición es simple. Hay variantes pero básicamente sólo se necesita harina, levadura, sal y agua. En una época en la que se valora tanto comer sano y cuidarse, es el momento de empezar a disfrutar de hacer pan en casa. Las búsquedas en Google no engañan: cómo hacer pan en casa está entre lo más buscado del último año. Al igual que no lo hace el aumento de las cifras de venta de harina y levadura.
El éxito del pan de masa madre
La masa madre natural es un fermento compuesto de harina y agua que no contiene ningún tipo de levadura añadida, porque la propia harina tiene de manera natural levadura y bacterias que hacen su fermentación espontánea.
El sabor, aroma y grado de acidez de este pan son diferentes y está muy valorado. Y lo mejor de todo es que puede prepararse igualmente en casa; sólo hay que hacerse con masa madre, harina de trigo, agua, sal y levadura fresca de panadería. Eso sí, para cuando aún se está aprendiendo es mejor ir por partes y comenzar por un pan básico con levadura.
Consejos que son muy útiles
Conseguir que la masa quede esponjosa, suave y rica es el anhelo de todo el que se lanza a hacer pan. Algo en lo que coinciden los más experimentados es en que cuando los ingredientes están a temperatura ambiente, sale mejor.
Otra de las claves está en mezclar el agua con leche, de manera que la proporción sea de un 50% de cada elemento. Así la masa sale más suave. Pero la levadura hay que diluirla con agua, no con leche. Y lo que es más importante aún, esta levadura tiene que estar tibia para conseguir una buena masa.
Recuperando lo ecológico
Las primeras evidencias arqueológicas del uso de la levadura se remontan al antiguo Egipto, más o menos hacia el 4000 a.C. que es la fecha que se determina por tanto como del origen del pan. Por aquél entonces se molían los granos a mano o con piedras. Junto al vino y al aceite, probablemente sean los primeros alimentos procesados de la historia. Y desde entonces ha estado presente como alimento base en la historia de la humanidad.
Las panaderías industriales nos lo han puesto muy fácil y además España puede presumir de ser uno de los países con un pan más barato, pero tanto que la calidad se ha puesto a menudo en cuestión, por lo que en una búsqueda de los alimentos sanos nos hemos lanzado a elaborar el nuestro en casa. Y afortunadamente muy lejos de tener que moler el grano, sólo se necesitan unos cuantos ingredientes, una batidora amasadora y un horno para que el proceso sea bastante asequible.
Hacer pan en casa se ha puesto de moda y de repente todos nos hemos entusiasmado pero lo cierto es que hace años era algo completamente habitual y básico. Estamos recuperando las costumbres olvidadas de ser autosuficientes y hacer nuestras propias cosas. El pan de calidad aguanta más, tiene mejor sabor y es evidentemente más saludable.
El pan que compramos está regulado por la legislación para salvaguardar que se cumplan unos parámetros mínimos de salubridad, y entre otros aspectos se limitó el uso de la sal que puede contener el pan común, normativa que pasará a ser algo completamente obligatorio a partir del 1 de abril de 2022.
Mientras tanto, es una magnífica idea probar a elaborar nuestro propio pan en casa porque como se suele decir como en casa, en ningún sitio.