Espacio 36 acoge una exposición del artista zamorano de variada temática y pequeño formato.
Un paisaje, unos membrillos, un bodegón, un retrato, una escena de playa, un desnudo, un torero... y así hasta cincuenta pequeñas joyas se contabilizan en la exposición de Fernando Pennetier que puede visitarse desde hoy en la Galería Espacio 36, en la calle de San Andrés. El pintor acudirá este sábado a la galería para reencontrarse con su obra y con los amigos que guarda desde la infancia con los que ha compartido vida y trayectoria artística.
No son las cincuenta sombras de Grey, aunque todas tienen una sombra, un halo de melancolía como si el tiempo se hubiese detenido y posado en las sábanas blancas que lo mismo sostienen membrillos recién cortados que la carne joven y desnuda de una mujer que dormita junto a un lienzo en blanco. Y sopla la brisa del mar en un día de nubes en el horizonte y se escucha el rumor del agua de un río donde un muchacho pesca ajeno a quien lo contempla.
Un torero se apoya en el burladero con el rostro serio de quien mira de frente a la muerte y una mujer se asoma a la ventana de la mañana para tender al sol la blancura de sus sábanas. Son escenas cotidianas que conforman una muestra que acerca a los zamoranos a un Pennetier en pequeño formato, íntimo, sobrio, misterioso. En todas ellas late el oficio de un maestro de la pintura, la mirada mágica de quien sabe atrapar el tiempo en sus óleos.
La muestra permanecerá abierta al público hasta el 24 de mayo de 12 a 14 horas (de lunes a sábados) y permanecerá cerrada los domingos y festivos.