El 69% de los españoles cree que el mayor problema al que se enfrenta hoy la sociedad es el cambio climática, una preocupación que anteponen a otros problemas como los aumentos de precios (47%) y los conflictos bélicos (14%). Así lo revela la última edición del Barómetro de la realidad climática de Epson, una encuesta que examina cómo las personas en 39 países diferentes ven la urgencia del cambio climático.
Una posible catástrofe climática en los próximos años es algo sobre lo que hasta el 41% de los encuestados en España tienen esperanzas. En comparación con el año anterior, cuando sólo el 23% de los encuestados expresaron optimismo, esta cifra indica un aumento del 18%. En cuanto a las diferencias generacionales, los menores de 29 años tienen el mayor porcentaje positivo (49%), seguidos de los mayores de 30, cuyo porcentaje cae al 38 por ciento, por debajo de la media.
A corto plazo, la proporción de personas que son optimistas cae al 18% cuando se les pregunta sobre sus puntos de vista para los próximos 12 meses. Por el contrario, prevalece una perspectiva menos optimista: la mayoría de las personas se sienten preocupadas (24%) y pesimistas (28%) sobre el futuro.
España se enfrenta a un entorno cada vez más duro que incluye niveles récord, frecuentes olas de calor y sequías. Según el análisis de Epson, cada vez más españoles están incorporando prácticas sostenibles a su vida diaria ante la actual emergencia climática. El uso de productos reutilizables ha aumentado (a 76 por ciento este año desde 64 por ciento el año pasado) y el uso de plástico ha disminuido (a 69 por ciento este año desde 66 por ciento el año pasado) entre los comportamientos que los encuestados tienen más probabilidades de adoptar. El porcentaje de personas que reciclan adecuadamente sigue siendo del 71 por ciento, sin cambios respecto al año anterior.
Además, la población también muestra voluntad de llevar a cabo nuevos proyectos en el futuro, como el uso de coches eléctricos (51 por ciento) y fuentes de energía renovables (55 por ciento).
Los encuestados de España destacaron las inversiones en tecnologías sostenibles (47 por ciento) y mejoras de productos para un fácil reciclaje y reutilización (44 por ciento) en respuesta a preguntas sobre los pasos que las empresas deberían tomar para combatir el cambio climático. A esto le siguió una reducción en el uso de recursos naturales en toda la cadena de valor (28 por ciento).
