La Virgen de las Angustias es objeto de una pequeña restauración, aunque su estado de conservación es bueno.
La imagen de la Virgen de las Angustias, Nuestra Madre, es en estos días objeto de una pequeña restauración por el profesor de la Escuela de Restauración de Madrid y cofrade, Francisco Javier Casaseca García. La intervención sirve para poner a punto a la imagen para su exposición y para la salida extraordinaria que tendrá lugar en el mes de octubre con motivo del VI Congreso Nacional de Cofradías de Nuestra Señora de las Angustias y afecta a pequeñas fisuras en la policromía, si bien el estado de la imagen es bueno.
La restauración engloba pequeñas partes de las manos, rodillas y pecho, dentro de las normales tareas de conservación y mantenimiento de la imagen, cuyo estado general es bueno -teniendo en cuenta lo que se mueve desde el camarín al altar o a su mesa procesional-, según valora el restaurador.
La intervención, que no ha precisado el traslado de la imagen a un taller, consiste en el relleno de pequeñas fisuras, estucado e integración de la policromía, para que la imagen (una de las principales devociones de los zamoranos) luzca con todo su esplendor tanto en su capilla como en la calle.
La cofradía de Nuestra Madre de las Angustias ha colocado asimismo una nueva luna de cristal en el camarín de la Virgen, de forma que la imagen esté permanentemente protegida en su exposición al culto.