Impresionante imagen las de las cascadas de Abelón congeladas. Si ya de por sí visitarlas deja a uno impresionado tras una caminata de poco más de tres kilómetros, la vista que dejaban este sábado era digna de contemplar.
Las bajas temperaturas de esta ola de frío provocada por la borrasca Filomena que ya comienza a irse ha dejado las cascadas que vierten su agua en los Arribes del Duero -a su paso por el municipio sayagués de Abelón- con este aspecto, tan impresionante como frágil.
Los valores bajo cero no han sido impedimento para que algunos atrevidos se hayan acercado a contemplarlas en todo su explendor, como el caso de Jesús Gonzalo Tamame.
Fotografías cortesía de Jesús Gonzalo Tamame