Pinza y Exquisiteza el maridaje perfecto de la cocina de Zamora y sus productos

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Una noche para el recuerdo: la crítica gastronómica de la cena maridaje en los Jardines del Rey

El chef Santiago Vicente y su equipo nos regalaron una velada inolvidable en los Jardines del Rey. Con productos locales de la marca de Alimentos de Zamora, Exquisiteza como protagonista, el menú degustación, destinado a 220 comensales, fue un despliegue de creatividad y respeto por los sabores de la tierra zamorana.

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 Santiago puso en valor a todo su equipo y también a su segundo que por enfermedad no pudo estar. Cocinó en directo para todos los comensales y su euipo de servicio y cocina ejecutó a la perfección las órdenes de un chef que sube un escalón cada semana hacia una cúspide sin límite.

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Aquí, desglosamos cada plato y su maridaje, con una crítica detallada que refleja la maestría detrás de cada propuesta.

Falso ajo blanco

El primer plato fue un homenaje a la tradición del ajo blanco, pero con un giro moderno. Elaborado con "Ajo Bovedano", chocolate blanco "Refart", almendras "Pentanux", mermelada de fresa "Come frutos del Bosque" y AOVE "El Regalo de Atenea", este plato sorprendió desde el primer bocado. La combinación del dulzor del chocolate con la fuerza del ajo resultó inesperada, pero maravillosamente equilibrada.

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Cada bocado aunque se podía dar uno solo, fue una explosión de sabor en boca, con texturas y matices que lo convertían en una verdadera delicia. Un comienzo audaz que captó la atención de todos los comensales. La cena iba en serio y su chef protagonizaba la explicación de cada plato ensalzando la labor de los productores casi todos ellos presentes en el evento.

Panceta curada sobre espárragos

El siguiente plato ofreció una combinación clásica pero impecable: panceta curada "Embutidos Mayoral" con espárragos "Corrales", mermelada de pimientos "Majia" y AOVE "Douroliva". La panceta, curada a la perfección, contrastaba maravillosamente con la suavidad y frescura de los espárragos que se envasan en Fuentesaúco.

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La mermelada de pimientos añadió un toque dulce que equilibró los sabores salados de la panceta, creando una armonía sorprendente en cada bocado. Un plato que demostró que los contrastes bien trabajados pueden elevar incluso las combinaciones más simples.

Huevo poché con ancas de rana

Uno de los platos más originales de la noche fue el huevo poché "Granja los huevos de la abuela" acompañado de ancas guisadas "Singular by Grenoucerie". Este plato rinde homenaje a la tradición zamorana, destacando la conexión histórica de la provincia con el producto estrella, las ancas de rana.

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El huevo poché, perfectamente cocido, ofrecía una textura cremosa que se mezclaba a la perfección con las ancas guisadas. El resultado fue un plato reconfortante, ideal para mojar pan y disfrutar sin prisas. Un momento que recordaremos siempre ya que la cuchara volvió a dar juego en la cena.

Sorbete de manzana

El sorbete de manzana de "Zumos Finca Villaveza Toro" fue un refrescante interludio en la cena, perfecto para limpiar el paladar antes de los platos más contundentes que venían a continuación. Su frescura y acidez equilibrada ofrecieron un necesario respiro entre los sabores más intensos.

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Tras el sorbete hubo momento fumador y acompañado por Natalia García la sonrisa amable de Azheos, el hacedor del queso Hircus y la mirada dulce del productor de la miel de Fuente la Muela marcó el compromiso de todos para con lo nuestro, el alimento de Zamora cocinado por un zamorano para agasajar a sus productores y que lo degustaran los que podrían exportarlo como embajadores de la provincia. Entre los comensales también Jonathan Garrote otro fiel exportador de la cocina zamorana en Master Chef y donde esté, en este caso en la provincia de León donde trabaja como profesor pero con la morriña en su mirada.

Falso ramen de panceta ibérica

Uno de los platos estrella fue el falso ramen de panceta ibérica "Ibéricos Marcelino", que se sirvió con una salsa de miel de "Fuente La Muela" y vermouth "Bendita Locura". Este plato fue una auténtica bandera zamorana en términos de sabor y de color ya que el rojo y el verde acompañaron el plato.

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La panceta estaba cocinada a la perfección, con una textura jugosa y un sabor profundo que se complementaba magníficamente con la dulzura de la miel y el toque aromático del vermouth. La salsa era tan rica y deliciosa que muchos comensales lamentaron no tener pan para saborearla hasta el final, las cucharas hicieron filo en los platos.

Solomillo de ciervo

El solomillo de ciervo de "Cárnicas de la Culebra" fue el plato fuerte de la noche, y no decepcionó. Cocinado en salsa y posteriormente a la plancha, el ciervo presentaba una cocción impecable, jugoso y con el punto justo de ternura.

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La salsa de miel de "La Colmenita de Aliste" añadía una capa extra de complejidad, aportando un toque dulce que resaltaba los sabores terrosos de la carne. Sin duda, un plato que destacó tanto por su ejecución técnica como por su riqueza de sabor.

Tarta de queso y pistachos y frutos secos

Para terminar, el postre fue una deliciosa tarta de queso "Hircus" con pistachos de "Frutos Secos Dibel", miel de "Prado Concejo", almendras de "Pentanux" y una tierra dulce de "Tierra Dulce". Este postre combinaba perfectamente las texturas crujientes de los frutos secos con la cremosidad de la tarta de queso. La miel y las almendras aportaban un dulzor suave y natural que no sobrecargaba el plato, logrando un equilibrio ideal para cerrar la cena con broche de oro.

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Conclusión: una cena para exportar Zamora al mundo

Esta cena maridaje fue una auténtica celebración de la riqueza gastronómica de Zamora y de sus productores locales. Santiago Vicente y su equipo lograron no solo deleitar a los comensales, sino también poner en valor el trabajo de los pequeños productores de PINZA, cuya dedicación diaria garantiza productos de altísima calidad.

El menú, cuidadosamente diseñado, demostró que la alta cocina puede y debe estar enraizada en lo local, mostrando un camino claro para exportar lo mejor de Zamora al mundo. Otro acierto de matrícula con vitola de perfecto, para una cena de lujo en un Hotel Restaurante que ha vuelto a dejar el listón por encima del récord de pértiga de estas olimpiadas de París, quizá la alta cocina francesa tiene una fama que podría compararse esta noche con la excelencia culinaria de los productos de una Zamora y provincia, que ha de tener un sitio mucho más grande en todo el mundo.

Hay que venderlo donde lo aprecien más que aquí, nosotros, ya lo sabemos y lo hemos experimentado, ahora hay que exportarlo más y todo lo bien que se pueda. En definitiva una cena maridaje con lo mejor de la provincia en cada producto y lo mejor de la cocina en Zamora, de estas muchas, en cualquier otro sitio que no sea Zamora, exportarlo es ahora cuando hay que hacerlo, no lo dejen pasar y no dejen que nadie diga que lo nuestro no es bueno cuando lo es.