Incursión zamorana en Cheste, seis pilotos de Zamora en el Noyes Camp

Por fin llegó el día. Después de casi medio año de espera vuelven a Cheste, al Noyes Camp los siete magníficos de Zamora. Con tranquilidad el largo viaje con sus necesarias paradas, en una de las cuales recogemos a otro de los pilotos, Santiago, que este año se estrena en circuito llegamos a la cuna del motociclismo español en una provincia que sabe mucho y bien de motos.
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Una vez instalados en el hotel los zamoranos se reunen para cenar y se llegan los primeros atisvos de nervios del fin de semana. Los que llegan por primera vez están especialmente interesados en conocer lo antes posible el circuito y las motos que les esperan, pero toca descansar, el sábado hay que estar fresco y dispuesto.

Después del merecido descanso y un buen desayuno colocan los pertrechos en la furgoneta que hace de casa madre de los de la Bien Cercada. Ya se encaminan hacia el punto de reunión en la puerta del Circuito Ricardo Tormo. Los jinetes zamoranos en busca del Cid Campeador...

Los nervios de algún integrante de la expedición están desatados, en zona roja. Durante la espera conocen a alguno de los integrantes de esta aventura de fin de semana, e incluso se reencuentran con Carlos, un gallego con el que coincidieron en la primera asistencia al evento. Una vez dentro del recinto han podido saludar a varios de los componentes de este equipo, Yana Petrova (Event Manager), Iván Romero (piloto de velocidad y monitor), Gerard Bailo (piloto de flat track y monitor) al que desde aquí hay que dar la enhorabuena por su título mundial, y como no al alma mater de esta escuela, al gran Kenny Noyes.

motos
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Metidos en materia, al lio, después del briefing y de hacer grupos a la pista con las pequeñas pero divertidísimas Kawasaki Z 125 Pro, siempre bajo la supervisión y atenta mirada de Iván y Gerard. Correcciones en la trazada, en la postura de pilotaje hacen que cada vez las vueltas sean más divertidas y el ir tocando con la deslizadera en cada curva sea más fácil. Toca almorzar, para volver inmediatamente a pista para grabar nuestras evoluciones y analizar posteriormente el pilotaje con Iván como ojo crítico. 

Los que ya hemos estado sabemos lo que viene, los nuevos esperan expectantes, llega la superpole, medir a una vuelta lo rápido que vamos y colocarnos con un compañero de tiempo similar para las Carreras Formula USA. Uno contra uno con conos colocados a lo largo de la pista que obligan y facilitan a la vez los adelantamientos. Hay que decir que este año estas carreras se nos dieron bien, los integrantes de Disidentes Zamora ganaron todas las suyas (gracias Iván por cortar gas para que el más joven de los nuestros se creciera un poco).

Después de comer y para rematar la jornada unas tandas libres para poner en práctica todas las correcciones y consejos que Gerard e Iván nos dieron durante todas las tandas.

Después de una más que necesaria ducha, un bañito en la piscina del hotel y como no, relato pormenorizado de las evoluciones en la pista, eso sí, ninguno estamos exagerando lo que retrasamos la frenada o lo rápido que hacemos las curvas, vamos que Pecco Bagnaia o Marc Márquez hubieran sufrido para intentar seguirnos. Durante la cena los comentarios se centran más en el plato fuerte, las Ninja 250 y las carreras del domingo.

Comenzaron los caballeros de la seña bermeja muy pronto en la mañana del domingo, para evitar el posible atasco de  entrada al circuito. Una vez en las instalaciones del Noyes Camp, lo primero que pudieron hacer fue dar un paseo por el circuito con Iván y Gerard comentando que puntos son los mejores para comenzar las frenadas, entrada a curva y zona de aceleración para ir ganando tiempo al crono, "que fácil parece cuando te lo cuentan o lo hacen ellos".

La primera tanda vale para recuperar sensaciones e ir copiando lo que nos acaban de contar, pero llega uno de los platos fuertes, llega la primera tanda con la Ninja 250. Es una moto con volumen, con más potencia y peso, con una preparación hecha para rodar en circuito. Todo ello la convierte en una moto que a nivel físico es muy exigente pero que a cambio te hace sentir como un piloto de verdad.

La cosa se pone seria, los piques que con la 125 PRO se ven en cada vuelta desaparecen, lo que no implica que no se intente ir lo más rápido posible dentro de la capacidad de cada piloto. Una vez acabada la tanda toca trabajar la posición en la moto con una nueva adquisición de este equipo, el simulador de posición de pilotaje. Durante el almuerzo empieza a oírse por nuestro “paddock” algo sobre la posición de pilotaje, llego el fotógrafo, " no exageréis que se va a notar que no lo hacéis siempre de ese modo". 

Segundo plato fuerte, nos ponemos en modo carrera, warm up con las 125 PRO, se avecinan al menos dos carreras. Nos dividen en dos grupos y los tres primeros de cada uno pasan a la superfinal, el resto correrán la repesca y los dos primeros también se califican. En la primera carrera no pudimos calificar a ninguno de nuestros integrantes, de Zamora "cachis", pero en la segunda Miguel y Paco ocupan las dos primeras plazas. En la repesca José Luis se une para la superfinal.

Para esta, el inicio es tipo Lemans en vez de parrilla convencional, y todo esto tiene su puntito de picante por tener que correr con toda la equipación, quitar la pata de cabra y salir como alma que lleva el diablo para que parezca una jauría de lobos. Te pasan por todas partes e intentas adelantar al que llevas delante pero aquí se ve la costumbre de cada uno de rodar en circuito o carretera, los más circuiteros adelantan con facilidad, los que raramente los pisamos nos cuesta una barbaridad y nos quedamos de la mitad del grupo para atrás.

Para ir acabando la segunda jornada, antes de comer, y para acabar de soltar toda la adrenalina, volvemos a salir a la pista y como ha cambiado el cuento, las cosas parecen más fáciles comparando con la primera tanda del sábado.

Una vez finalizada llega la entrega de premios para los tres primeros clasificados en la superfinal y para el más rápido en la superpole, fotos de familia y la comida que da paso a la despedida de unos desconocidos el sábado, pero amigos el domingo. Para algunos es un punto y aparte para nosotros es punto y seguido, el año que viene seguro que volvemos, la experiencia con este equipo humano merece la pena de verdad.

Gracias a todo el equipo del Noyes Camp por estos fines de semana de aprendizaje y diversión. Los Disidentes continúan para bingo...

motos y moteros
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