Santa Cristina de la Polvorosa se convirtió en el epicentro del ciclismo de montaña este domingo con la celebración de la tercera edición de la Ruta BTT Santa Cristina de la Polvorosa. Más de 300 ciclistas, procedentes de diferentes puntos de la provincia y más allá, se reunieron para disfrutar de una jornada llena de emoción y aventura.
Desde tempranas horas de la mañana, los participantes se prepararon para enfrentar el desafío que les esperaba. Con las inscripciones agotadas dos semanas antes del evento, la expectación era alta entre los amantes del ciclismo de montaña, ansiosos por explorar los nuevos senderos y caminos que ofrecía la ruta de este año.
El recorrido abarcó el impresionante valle del Tera, la pintoresca Vega de Morales del Rey y el encantador pueblo de Manganeses de la Polvorosa, brindando a los ciclistas la oportunidad de descubrir paisajes espectaculares y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.
Para los organizadores, ofrecer una visión más diversa de la BTT era fundamental. Por ello, se trabajó en la creación de un circuito que desafiara a los participantes y los inspirara a enamorarse aún más de este apasionante deporte. La respuesta de los ciclistas fue abrumadora, con una atmósfera de camaradería y entusiasmo que impregnó cada tramo del recorrido.
A pesar de la exigencia del circuito, la competición no se centró en la búsqueda de récords o títulos. Más bien, se trató de una oportunidad para disfrutar del ciclismo en un entorno natural incomparable y compartir la pasión por este deporte con otros aficionados.
Tras completar la ruta, los participantes fueron recibidos con aplausos y felicitaciones, celebrando juntos el éxito de una jornada inolvidable. Con la satisfacción de haber superado el desafío y la emoción de haber explorado nuevos horizontes, los ciclistas regresaron a casa con la certeza de que la III Ruta BTT Santa Cristina de la Polvorosa fue mucho más que una competición: fue una experiencia para recordar y atesorar.
