La piloto zamorana, Marta Ariza, ha conducido esta mañana a lomos de "Il Cavalino Rampante" en la pista de Fiorano después de haber podido disfrutar ayer de una clase magistral de Pedro de la Rosa en el simulador de la escuderia italiana.
El rugido de un motor Ferrari, el rojo de la única escuderia que es más importante que el global de todos los pilotos que han corrido con sus coches, la pista mágica en la que los sueños se han hecho realidad tantos años. Marta Ariza ha cumplido esta misma mañana uno de sus sueños, poder conducir un Ferrari, y lo ha hecho gracias a la Ferrari Driver Academy en Maranello.
Los pilotos han realizado pruebas médicas, físicas, sesiones en el simulador con Pedro de la Rosa y entrenamiento mental. Este miércoles, a lo largo de una jornada en el circuito de Fiorano, propiedad de Ferrari, los pilotos reciben indicaciones para aclimatarse al coche y al circuito, y trabajar con los ingenieros sobre la puesta a punto de un F4.
Esta experiencia, que se inició el lunes, es un paso más en el crecimiento de la piloto zamorana que después de convertirse hoy en la segunda mujer, después de que el año pasado lo hiciera la costarricense Verónica Carrera, que se sube a un Ferrari, seguirá probando hasta intentar convertirse en la primera mujer en pilotar un Fómula 1 en el Mundial.
En esta experiencia, Marta ha podido conocer y pilotar con Pietro Fittipaldi, nieto de Emerson Fittipaldi, una de las grandes figuras del automovilismo.
