El CB Zamora volvió a tener en sus gradas a los Diablos Blanquiazules, aquel grupo de animación que hizo del Ángel Nieto su casa en los 90. Aunque muchos de ellos siguen acudiendo de forma habitual a los partidos, para este partido 1.000 se unieron como grupo y, en la preferencia, volvieron a rugir y divertirse viendo a los suyos.
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