El HiLed Queso Zamorano afronta la fase de ascenso a LEB Plata con mucha más experiencia que hace dos años, con un equipo que aunque tintineó al iniciar la temporada ha acabado como un rodillo y visitando al gran favorito en el primer encuentro.
Está el CB Zamora muy acostumbrado a vivir, desde el inicio, cada partido como si fuera una final. La escasa pretemporada que los de Saulo pueden hacer con todos sus hombres les obliga a caer derrotados en algún encuentro de la primera vuelta que después se ven obligados a remontar con un final de infarto en liga. Lo hicieron hace dos años, se quedaron cerca el pasado año, y este año han acabado siendo un equipo que mete miedo.
Es por eso que los blanquiazules llegan a la fase con un poso de confianza aunque con los nervios típicos de quien sabe que puede estar a 120 minutos de lograr lo que el club busca con ahínco desde su historia: un ascenso. Ya no es la lejana ACB, no, pero la satisfacción de llegar a una categoría superior es tan alta que casi da igual pensar en todas las categorías que la Federación ha ido poniendo por el camino.
Los zamoranos tienen, para empezar, el escollo, a priori, más difícil del campeonato y quieren empezar ganando, para no depender de otros ya desde el inicio del fin de semana