Los de Saulo, que castigaron con faltas a sus rivales, incapaces de frenarles durante todo el partido, no rompieron hasta el final del tercer periodo, pero acabaron volviendo a sufrir al final del partido. Pese a tener que pelearlo los cuarenta minutos, los zamoranos siguen con una trayectoria inmaculada tras el inicio complicado de temporada.
El ambiente en el pabellón era, desde el inicio, el de victoria placentera para los blancos que, sin embargo, tuvieron que pelar todo el partido para sumar una victoria más en su casillero. Se respiraba ese ambiente porque los zamoranos salieron en tromba y colocaron, en poco más de dos minutos, los diez primeros puntos en el electrónico. Un pequeño espejismo que enseguida Estudiantes de Lugo neutralizó para poner una igualada que duró veinticinco minutos.
Por el camino, los zamoranos no rompían, e incluso iban la mayoría del partido por detrás, con mínimas ventajas gallegas que veían como al descanso tenían ya a tres jugadores con tres faltas y serios problemas para frenar a los zamoranos de otra forma. Al descanso se llegó con la máxima igualdad.
Al final del tercer periodo, y con serios problemas de faltas de los interiores gallegos, llegó el mejor momento de los zamoranos que, aprovechando una rotación de menor calidad del conjunto visitante puso la renta de diez puntos en el electrónico y pareció matar el partido.
Estudiantes no se desenganchó y apretó hasta el final pese a perder, mediado el último periodo, a dos de sus jugadores y apretó a los zamoranos, obligados a pedir dos tiempos muertos en el tramo final para intentar controlar la situación. Los de Saulo jugaron con cabeza y a base de puntuar desde la línea de tiros libres se acabaron llevando el partido.