El Grupo Inec sigue mandando en los derbis (80-55)

Los blanquiazules, desactivaron en el primer cuarto a Shota Gelazonia, limitando el potencial ofensivo del Embutidos Ballesteros y desde entonces mandaron en el electrónico gracias a un ritmo alto y a la mayor profundidad de banquillo de los de Saulo.

El derbi más esperado en mucho tiempo se acabó demasiado pronto, justo cuando Shota Gelazonia cometía la segunda falta en el primer periodo y obligaba a los amarillos a jugar demasiados minutos sin su mayor baza ofensiva.

Hasta entonces, aunque el arranque del equipo local había sido muy positivo, el Embutidos Ballesteros veía aro desde 6.75 y se mantenía muy cerca en el marcador. Sin embargo, la baja de Gelazonia secó el ataque amarillo que se estancó y únicamente anotó a cuentagotas.

Obligados a frenar a los pivots blanquiazules sin su referencia interior, los jugadores del Embutidos Ballesteros comenzaron a desesperarse en ataque y a cometer faltas, en algunas ocasiones absurdas, en defensa, cargándose demasiado pronto varios de los jugadores importantes.

Los de Saulo conseguían correr y mover la bola con velocidad, consiguiendo lanzamientos cómodos que les llevaron a matar el partido en el primer tiempo al sumar 41 puntos en el descanso. Por su parte, los de David Barrio, que veían como a todo lo anterior se le sumaba el escaso acierto en el lanzamiento, empezaban a enfadarse con los colegiados por la diferencia de faltas al descanso (siete del Grupo Inec por dieciséis de los amarillos).

Para mas inri, Shota Gelazonia, que reaparecía en el segundo cuarto, cometía demasiado pronto la tercera falta y volvía a quedar eliminado hasta el segundo tiempo. Junto a él, Jonathan Bosa y Amiran Liparteliani, otros dos de los habituales del técnico amarillo, también sumaban su tercera falta y obligaban a David Barrio a jugar minutos calientes con los menos habituales.

Dieciocho puntos al descanso era el bagaje de un Embutidos Ballesteros que le había perdido la cara al partido y que necesitaba una reconstrucción completa en vestuarios para poder mejorar la imagen en el segundo tiempo del partido.

Mejoró la imagen del Virgen de la Concha en el segundo periodo pero era imposible parar ya la apisonadora blanquiazul en la que todos sus jugadores estaban sumando. Pese a que los amarillos consiguieron frenar la sangría, el CB Zamora se marchó por encima de la treintena y siguió haciendo daño a un Embutidos Ballesteros que se la jugó a morir con las botas puestas hasta donde llegara.

Las faltas siguieron pesando en el combinado amarillo mientras que por el lado local únicamente había un jugador que estuviera amenazado por la quinta. La segunda parte dejó algo de emoción en la distancia, con los dos conjuntos tratando de apretar, con el encuentro finiquitado, para un futuro average.

El Virgen de la Concha, tras el descalabro de la primera parte, fue capaz de dar una buena imagen en la segunda y no desfondarse en un partido en el que era muy fácil dejarse llevar y acabó el partido con un parcial final interesante, muestra de lo que podía haber deparado en el partido.

Los blanquiazules, sin dejar de pelar por aumentar la renta, si que perdieron algo de intensidad por lo abultado del marcador y acabaron perdiendo el último cuarto en el que los zamoranos de ambos conjuntos tuvieron sus minutos con dos triples de Alfredo González que levantaron al público de sus asientos.

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