El GCE Villaralbo fue un vendaval en Burgos (0-4)

En seis minutos al final del primer tiempo, los zamoranos lograron tres goles y rompieron un partido que acabaron matando en la segunda parte. Los zamoranos se mantienen en lo más alto de la tabla y esperan un pinchazo de los dos líderes para acercarse a ellos.

Del minuto 40 de la primera parte al 46, en tres contraataques mortíferos mató el partido el GCE Villaralbo. Primero Pablo Gallego, después Garban y por último Javi Ballesteros, que volvería a ver puerta en la segunda mitad, ponían muchísima tierra de por medio para llevarse los tres puntos de Burgos.

El Burgos Promesas 2.000 había conseguido adelantarse en el marcador pero su tanto fue anulado antes de la media hora de juego, en una de las pocas ocasiones claras que concedió el cuadro eléctrico en la primera parte. Los zamoranos no eran tampoco capaces de dominar el encuentro pero encontraron en el contragolpe el arma ideal.

En la segunda mitad y con todo prácticamente decidido, Javi Ballesteros redondeó la goleada y sumó otro gol para su zurrón particular, y tres puntos para un GCE Villaralbo que pasa de promesa a realidad y se convierte, por derecho propio, en uno de los favoritos.

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