Los amarillos tienen, ante Narón, la posibilidad de seguir pugnando por las zonas altas de la tabla, metiendo presión a los grandes favoritos y llegando en una gran posición al derbi frente al Queso Zamorano.
Hace 15 días los pupilos de David Barrio se encontraban en la misma disyuntiva que este domingo: 2 victorias del playoff 3 del descenso, una victoria les iba a situar en una posición privilegiada (de hecho ahora mismo el rival de aquel entonces, Fundacion Baloncesto León, es 3º) y fallaron estrepitosamente tanto en resultado como, sobre todo, en juego. Ahora les vuelve una oportunidad similar gracias a su gran victoria frente a Narón, aunque no va a ser fácil.
Primero, porque mientras lejos del Angel Nieto los amarillos ha mantenido una regularidad en su nivel (han ganado 4 de los 6 partidos disputados y compitiendo todos ellos), en casa se ha convertido en un equipo muy irregular que compagina momentos de gran nivel con otros realmente malos, que le cuesta empezar a un nivel adecuado los partidos lo cual es un gran lastre y ello se ha traducido en solo dos victorias y bastante ajustadas en ambos casos.
Segundo, porque la forma de juego del rival La Sidrería Ferrol no es la más deseada por los amarillos, disponen de un buen juego interior y si son capaces de marcar ellos el ritmo, con partidos a pocos puntos (son el equipo menos anotador de la liga pero encajan también pocos puntos), son capaces de llevarse la victoria habitualmente. En el equipo ferrolano destaca su juego interior encabezado por el pívot senegalés con experiencia en Leb Plata Cheikhouna Kane y el joven vasco Mikel Esnaola.
Así las cosas, durante la semana David Barrio ha insistido en la importancia del partido para no pasar apuros, la necesidad de entrar al partido con la adecuada intensidad y no dejar que sea el rival el que marque el ritmo del partido, todo ello para conseguir que, esta vez sí, la victoria se queda en casa y asegurarse el terminar la segunda vuelta con balance victorias/derrotas en positivo.