Tres de tres en casa para un Virgen de la Concha que dominó el partido ante el líder, que llegaba contando todos sus partidos como victorias, y que tuvo que sufrir al final para derrocar al primer clasificado.
El Virgen de la Concha volvió a demostrar que es un equipo que le puede complicar la vida a cualquiera y que, si le respetan las lesiones, peleará y dará guerra todo el año por estar situado lo más arriba posible. Los amarillos sufrieron en el primer periodo, algo a lo que no nos tenían acostumbrados, rompiendo siempre en los primeros minutos.
Sin embargo, sin que Mieres se diera cuenta, empezó a caer en la trampa amarilla, en una red que les permitía, especialmente a partir del tercer periodo, cobrar pequeñas ventajas e ir mandando en el electrónico. Cuando la victoria parecía cantada, aparecieron los problemas de faltas y Rodrigo Cid primero y de Mathew Don después. Fueron momentos de incertidumbre que los de David Barrio supieron acabar gestionando y venciendo el partido.