El conjunto de Sami Merino cierra la primera vuelta con el objetivo de estar fuera de los puestos de descenso, en línea ascendente y con la intención de consolidar su propuesta en esta segunda vuelta.
Todo buen proyecto necesita de tiempo para consolidarse, para comenzar a engranarse y dar alegrías a su afición. Por eso, tras la marcha de Raúl Campano y la llegada de Sami Merino al Amigos del Duero, fue necesario un tiempo de transición para que las chicas asimilaran los conceptos del nuevo técnico y comenzaran a sumar puntos.
Ahora, con unos meses de competición, y coincidiendo con el final de la primera vuelta, el Amigos del Duero se encuentra fuera de los puestos de descenso, con dos puntos de ventaja y con clara línea ascendente al sumar la mayoría de sus puntos en las últimas semanas.
El objetivo, hasta la fecha, está cumplido: eludir el descenso. Sin embargo, en el club amarillo se espera mejorar en la segunda vuelta los resultados de la primera, llegando así a lograr la salvación definitiva y, si se puede, acabar en una posición más confortable.
Las zamoranas, pese a comenzar en casa sumando un punto frente al Victoria, que en la actualidad camina como segundo clasificado, encadenaron seis derrotas consecutivas, lo que les llevó al último puesto de la clasificación y a una situación comprometida que les obligaba a puntuar frente al Gijón FF, penúltimo clasificado. Las zamoranas cumplieron, siguieron desarrollando el buen juego que habían mostrado en anteriores partidos pero además supieron materializar las ocasiones y sumar tres puntos.
Fue el arranque del conjunto de Sami Merino que en el siguiente partido frente al Salamanca FF, en casa y ante su público rubricó la victoria en Gijón con otros tres puntos que quitaron la ansiedad del cuadro amarillo y permitieron ver en la recta final de la primera vuelta el mejor fútbol de las zamoranas.
Pese que frente a Sárdoma y Friol, dos conjuntos de la zona alta de la tabla, no llegó ningún punto más, la imagen de las zamoranas fue muy buena y muy cercana al nivel de esos dos conjuntos por lo que el Barbadás, al llegar a Zamora, se llevó un 4-0, mayor goleada del año de las amarillas y permitió a las de Sami salir de los puestos de descenso. El empate ante el Orzán, conjunto con trayectoria similar a la de las de Sami Merino, sirvió para poner broche a una primera vuelta en el que las zamoranas tardaron en arrancar pero acabaron sumando once puntos.
El Amigos del Duero cierra la primera parte de la competición con tres victorias, dos empates y ocho derrotas; marcando diez goles y recibiendo veintiuno, lo que les sirvé para acabar en la posición once con dos puntos de ventaja frente al Oviedo Moderno, equipo que marca el descenso.
