El seleccionador nacional, que encandiló al Ramos Carrión con su ponencia en la que alabó la figura de esas personas que se dedican de forma vocacional a este deporte.
Vicente del Bosque llegó a Zamora, donde le esperaba todo el mundo del fútbol, con Alfredo Rodríguez Santa Cecilia a la cabeza, para homenajear a este tras sus mas de 25 años al frente de la Federación Provincial.
El salmantino, que se ganó al teatro desde su llegada, comenzó dando las gracias a Zamora, una tierra hermana de la suya, como acabó recordando Luis Felipe Delgado en la presentación que hizo del mister en el que tuvieron cabida los jugadores zamoranos que consiguieron llegar a triunfar y compartir vestuario con Vicente. También esos compatriotas del salmantino que acabaron llegando a un recién nacido Zamora CF que daba sus primeros pasos gracias a Cefe o Pollo.
Otro de esos compatriotas, Toñete, que durante una temporada cedió su carnet de entrenador para que Girón pudiera ascender al equipo a Tercera, provocó uno de los momentos mas emotivos de la gala al subir al escenario a reencontrarse con su amigo Del Bosque.
Hablando de amigos, allí se encontraba Andrés Vázquez, el torero de Villalpando con el que el Seleccionador Nacional compartió grandes veladas y que, antes de entrar en el teatro pudo abrazarse con el charro.
La figura del entrenador fue el plato fuerte de la ponencia, una disección de como ve Del Bosque como debe ser un entrenador: calmado, cercano y con feedback con los futbolistas. El seleccionador, que reconoció estar hoy aquí por las victorias de la selección, quiso agradecer el cariño que recibe donde va, atribuido, según él, a "todo lo que la selección le ha dado a la sociedad".
Sobre el momento actual del futbol español, alabó la labor de las categorías inferiores, no solo en la selección, sino en todas las ciudades españolas. Además, el conocimiento de otras culturas por parte de los entrenadores españoles que han salido a entrenar fuera, como el de algunos futbolistas que han hecho carrera en el extranjero.