Este sábado 28 de septiembre, a partir de las 11 horas, remeros y remeras de toda la comunidad se congregaron para dar inicio a una jornada de deporte, fiesta e inclusión que transformó las aguas del Duero en un espectáculo visual y emocional.
El festival, abierto al público en general, reunió a personas de todas las edades que disfrutaron de una competencia que se sintió más como una gran celebración. Las embarcaciones, adornadas con las tradicionales cabezas y colas de dragón, evocaban una práctica milenaria que se originó hace más de 2.000 años en China y que en España comenzó hace 13 años en San Pedro del Pinatar, Murcia. Desde entonces, esta disciplina ha crecido de manera exponencial.
Durante la mañana, los barcos dragón surcaron el Duero en un ambiente festivo, con música y alegría en cada palada. La participación de los niños fue uno de los momentos más destacados del día. Los más pequeños tuvieron la oportunidad de remar junto a los monitores de los equipos zamoranos, lo que les permitió disfrutar de la experiencia de primera mano. Este hecho subrayó el carácter inclusivo de la jornada.
El remo en barco dragón va más allá de la competición. Es una herramienta poderosa para fomentar la inclusión, la solidaridad y el trabajo en equipo. Las embarcaciones, adornadas con sus cabezas de dragón en la proa y un tambor marcando el ritmo, crean un espectáculo visual único. Sin embargo, el verdadero desafío es la sincronización perfecta que los palistas deben mantener bajo la dirección del timonel, coordinando cada palada al compás del tambor. Este deporte se convierte, así, en una metáfora del esfuerzo colectivo, la superación personal y la unión.
Además, se organizaron por la mañana actividades paralelas para toda la familia, como un concurso de dibujo y varios juegos, que hicieron de esta una jornada de convivencia y diversión para todos los asistentes.
La Asociación Zamorana de Ayuda contra el Cáncer (AZAYCA) también participó en el festival con su propio barco dragón, lo que añadió un componente solidario a la jornada. Pilar de la Higuera, presidenta de AZAYCA, destacó la importancia de este deporte para las personas afectadas por el cáncer. "La actividad de remo comenzó como algo festivo, pero ahora sabemos que tiene un impacto significativo en la salud y bienestar de los participantes, muchos de los cuales son pacientes oncológicos", afirmó. El remo en barco dragón no solo ofrece beneficios físicos, sino que también proporciona un importante apoyo psicológico, ayudando a los remeros a enfrentar desafíos personales.
Este sábado en Zamora, el Duero no solo fue testigo de una competición deportiva, sino de una auténtica celebración de la vida, la solidaridad y el deporte inclusivo en su forma más pura. Una jornada donde el compañerismo y la superación personal brillaron, demostrando que el verdadero éxito va más allá de los trofeos.
Por la tarde, el protagonismo lo tomará el Campeonato de Castilla y León de barcos dragón, donde los equipos competirán por demostrar su destreza en este deporte. Pero el verdadero trofeo de la jornada no es una medalla, sino el conocimiento y la difusión de esta disciplina, que, además de ser una actividad física exigente, tiene el poder de mejorar la calidad de vida de quienes la practican, especialmente aquellos afectados por el cancer y otras enfermedades.
El remo en barco dragón va más allá de la competición. Es una herramienta poderosa para fomentar la inclusión y la solidaridad. Las embarcaciones, adornadas con cabezas de dragón en la proa.