
El Balonmano Zamora abría la liga una temporada más en el Ángel Nieto ante un rival de entidad como Antequera. Con un equipo, a priori, mejor que el de la última campaña, los ‘viriatos’ se plantaban en la primera jornada con aspiraciones a sumar la primera victoria y comenzar con dos puntos.
Una primera parte con dos lecturas, ya que la primera mitad de la misma mostró a un Zamora Enamora enchufado y plantando cara al conjunto malagueño. Un gol a gol con el que se superaban los primeros quince minutos. Superado el ecuador, los zamoranos dieron un paso atrás y los fallos en los ataques dejaban a Antequera en posición de romper el marcador aprovechando el contragolpe y el juego rápido característico de este equipo.
Al término de los primeros 30 minutos el marcador reflejaba un 11-15 a favor de Antequera.
Comenzaba la segunda parte con un Balonmano Zamora que no daba señales de superioridad y Antequera conseguía la máxima diferencia al anotar el 11-17. Atascados en ataque, Rafael Paulo parecía el jugador diferencial en el conjunto pistacho y era quien mantenía el partido abierto gracias a su calidad en los lanzamientos.
Sin el portugués sobre la cancha, el conjunto viriato no encontraba claridad en sus ataques y a medida que el tiempo corría menor era la capacidad que tenían de acercarse a Antequera. Las cosas no salían para los de Fran González, obligado a pedir tiempo muerto para buscar la forma de luchar el empate.
Superado el ecuador de la segunda parte e incluso con protagonismo para Víctor Doval, el Balonmano Zamora seguía a seis tantos de los malagueños.
Parecía cambiar el rumbo del partido con la ayuda de un Ángel Nieto que alentaba al Balonmano Zamora, más intenso en defensa y finalizando rápido las jugadas. A los últimos diez minutos se llegaba con un 19-22.
Con solo dos tantos de ventaja, el entrenador de Antequera tenía que detener el choque al ver cómo el Balonmano Zamora había dado un paso adelante en el duelo. A menos de cinco minutos, Cadelo levantaba al pabellón con un lanzamiento espectacular que se colaba por la escuadra para poner el 22-24.
Casares tenía la oportunidad de poner a los zamoranos a un solo gol pero la intervención del guardameta dejaba los dos de diferencia a minuto y medio para el final. Apretaba en toda la pista el Balonmano Zamora, que disponía de segundos para empatar tras el gol de Cubillas y la intervención de un Víctor Doval estratosférico.
Con once segundos por delante, la última jugada del encuentro quedaba la esperanza del mejor del conjunto pistacho, Rafael Paulo anotaba más allá de los siete metros y conseguía el empate definitivo a 25 goles.