Sorprendía David Movilla en el inicio de partido, no por el once titular en sí, sino por dónde se iba situar Adrián Bolo en los primeros compases, acompañando a Pito Camacho en la punta de ataque, mientras que Carlos Ramos se incrustaba con los centrales en una línea de cinco en fase defensiva.
Las primeras ocasiones llegaban para los rojiblancos en las botas de Camacho y Dani Hernández, el primero de ellos aprovechando un rechace dentro del área que atajaba Álvaro en un acto de reflejos y el capitán probaba desde la distancia con un buen disparo que hacía volar al guardameta del Rayo Cantabria.
Con Bolo ya en su puesto, el Zamora quería fabrica las jugadas con paciencia, mientras que el cuadro santanderino buscaba el contraataque. El partido se adormecía y el Rayo iba a tener sus primeras llegadas con cierto peligro. Una falta lejana colgada desde el lateral superaba a la defensa rojiblanca y encontraba la cabeza de Álvaro Santamaría, quien había entrado por Delgado, pero su remate se iba manso a las manos de Sobrón.
Intentaba hilar el Zamora con posesiones largas, pero el peligro lo iba a crear nuevamente el filial del Racing con un testarazo en plancha de Santamaría que detenía Fermín Sobrón en una buena intervención. Subía líneas el cuadro de Ezequiel Loza generando más que un Zamora que había dejado de llegar al área rival en el último tramo de la primera mitad. Los dos equipos bajaban una marcha y el partido entraba en una fase de letargo con la que se llegaba al tiempo de asueto con el 0-0.
Arrancaba la segunda mitad con ambos equipos llegando a portería pero con un Zamora con mayor escasez de ideas que el Rayo Cantabria. Era el filial santanderino el que se aproximaba con mayor peligro con un disparo tímido de Jorrín que se iba desviado. El Zamora buscaba agitar el ataque para desquitarse de la presión visitante y Joel Priego efectuaba su entrada al terreno de juego. A los pocos minutos tenía un primer disparo que atajaba Álvaro Jiménez.
El rumbo del partido lo marcaba el Zamora ante un cuadro santanderino al que se le acababa el tanque de combustible y los de Movilla embotellaban al rival buscando sobre todo a Etxaburu con centros laterales.
La insistencia del Zamora y la frescura en ataque con la entrada de Rivas y Baldrich permitía a los rojiblancos mantener la presión. El tiempo seguía corriendo y en el minuto 90 los de Movilla tenían un saque de esquina que botaba Ramos, encontrando la cabeza de Baldrich quien cruzaba el balón para hacer el primero del partido.
No daba tiempo para más en el Ruta de la Plata, donde tras un descuento escueto el Zamora consiguió los tres puntos resarciéndose de la eliminación copera y manteniendo el pulso por recuperar el liderato.