Yo soy la Locura

photo_camera Un momento del concierto de Raquel Andueza con La Galanía

La soprano Raquel Andueza y La Galanía clausuran brillantemente el Festival Pórtico de Zamora

La soprano Raquel Andueza, acompañada por La Galanía, ha clausurado en la mañana de hoy la XII edición del Festival Pórtico de Zamora que ha tenido como sede un año más la iglesia de San Cipriano. Con la melancolía y la locura como hilo conductor del concierto, la navarra ha encandilado al público con su personalísima voz y estilo interpretativo, que le han servido para hacerse un hueco entre los grandes intérpretes del barroco.

El director del festival, Alberto Martín, clausura el cicloYo soy la locura. Con este sugerente título de una obra con texto español sobre una composición de Henry du Bailly comenzaba Raquel Alduenza su concierto, un paseo por la música del siglo XVII, siglo de transición entre el Renacimiento y los grandes maestros del Barroco en el que tanto la soprano como La Galanía han profundizado en sus grabaciones, convirtiéndose en un referente de primer nivel.

Hereredos de los villancicos del Renacimiento, los tonos del XVII hispánicos mantienen la conexión con lo popular bajo la temática del amor desesperado, abandonado y eterno como tema muy extendido, con piezas tan populares como Vuestros ojos tienen d'amor no sé qué o el delicioso Sé que me muero, con música de uno de los grandes compositores franceses como Jean Baptiste Lully. Así lo recopilaron la soprano Raquel Andueza y La Galanía -integrada por Pierre Pitzl (guitarra barroca) y Jesús Fernández Baena (tiorba)- en el primero de sus discos, que ha conformado buena parte del repertorio ofrecido hoy en Zamora.

Con una personalísima voz y estilo, Andueza ha acariciado los oídos y el alma del público que abarrotaba la iglesia de San Cipriano, con interpretaciones marcadas por exquisitos matices y pianos intercaladas con piezas para guitarra barroca y tiorba como unas folías de Gaspar Sanz o un pasacalle y zarabanda de Martín i Coll.

El público abarrotó por tercer día consecutivo San CiprianoAunque sin pausa en el tiempo, La Galanía y Raquel Andueza dedicaron el repertorio de la segunda parte al SXVII italiano, bajo el mismo hilo conductor de la locura y la melancolía. Sublime y teatral en la interpretación de L'Eraclito amoroso o pura ternura con la nana Figlio Dormi, también esta segunda parte del concierto sirvió para el lucimiento como instrumetistas solistas de Pierre Pitzl y Jesús Fernández, con obras de Kapsberger y la célebre "Canarios" de Gaspar Sanz. El recorrido por la melancolía finalizó con Si dolce el tormento, del gran Monteverdi, con un público entregado a la melodiosa voz de Andueza, que ofreció como bis el estreno en primicia de una obra a incluir en su próximo disco, Jácara de la Trena, con textos de Francisco de Quevedo y sobre ritmos y anotaciones del siglo XVII.

Fue la melancolía, o la locura, la que clausuró esta XII edición del Festival Pórtico de Zamora -dirigido y coordinado por Alberto Martín, quien cada año desarrolla un extraordinario trabajo, y coproducido por el Centro Nacional de Difusión Musical- con el célebre Lamento della Ninfa de Claudio Monteverdi, que resonada contra las naves del templo como una despedida pero también como una invitación a convertir a Zamora en epicentro de la música antigua para la edición del próximo año.

 

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