Uno de los rincones más fotografiados de Zamora: Descubre su historia

Un paseo corto pero lleno de historia por el corazón monumental de la capital, entre la antigua judería, el convento de "Las Juanas" y el mirador más emblemático sobre el río Duero
Calle Troncoso en Zamora
photo_camera Calle del Troncoso en Zamora

Es uno de esos rincones que nadie pasa por alto al visitar la capital zamorana. Empedrada, con muros cubiertos de hiedra y una vista privilegiada del Duero, es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad.

Han acertado, es la calle del Troncoso y su historia va mucho más allá de su belleza actual. Según explica la exdirectora de la Junta y guía de turismoEstrella Torrecilla, esta calle fue el primer asentamiento judío de Zamora. Con la construcción de la Catedral, los judíos fueron trasladados a los barrios bajos, donde permanecieron hasta la expulsión de 1492. En su lugar se levantó el convento de San Juan de Jerusalén, más conocido como el convento de "Las Juanas", un convento de clausura que ocupaba ambos lados de la calle.

Convento de las Juanas
Convento de las Juanas

Las religiosas cruzaban de un lado al otro mediante pasarelas de madera que comunicaban sus celdas con la zona de rezo y trabajo. Cuando las monjas abandonaron el edificio hace más de 70 años, sus dependencias fueron adquiridas por particulares, lo que ha permitido conservar buena parte del conjunto. Incluso la antigua capilla conventual se integra hoy en una vivienda privada.

Calle del Troncoso
Calle del Troncoso

Antes de acceder a la calle, las antiguas huertas de "Las Juanas" se encuentran en lo que hoy son apartamentos. En su día, Patrimonio obligó a conservar el muro original y el tipo de piedra para no alterar la estética del entorno, muy próximo a la Catedral.

La plaza de Antonio de Águila, que debe su nombre al que fuera alcalde de Zamora, actúa como antesala del Troncoso. También es conocida como la Plaza de los Pintores, explica Torrecilla, porque cada otoño, cuando la hiedra virgen cambia de color, se llena de artistas que acuden a retratar sus tonalidades rojizas y doradas.

Calle Troncoso1
Jardines del Troncoso

El recorrido concluye en el mirador del Troncoso, considerado uno de los lugares más bonitos de Zamora. Desde allí, las vistas del río Duero y su puente de piedra son impresionantes, especialmente al atardecer.

Es un punto ideal para detenerse, disfrutar del paisaje y entender por qué muchos zamoranos dicen que “la calle principal de Zamora es el río”. Una ruta breve, accesible y llena de historia, perfecta para descubrir una de las zonas con más encanto del casco antiguo de la ciudad.

Puente de Piedra desde el Mirador del Troncoso
Puente de Piedra desde el Mirador del Troncoso

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