El mónologo esperado de Beatriz Rico sorprendió a los espectadores que se encontraron una desenfadada comedia cargada de humor y de mensajes subliminales que no dejaron indiferentes a los que hoy tuvieron la oportunidad de ver a esta camaleónica actriz, presentadora y roquera.
La historia de Carolina va más allá de una mujer de pueblo que llega a la ciudad y que quiere encontrarse con su Mauricio particular aquel que parecía ser su príncipe azul pero que la vida se vuelve en su contra y tras un caso de corrupción y de una sentencia que la lleva a la cárcel tiene que buscarse la vida como limpiadora del teatro. Un paso por situaciones "normales" de una muchacha de pueblo que tiene que "tragar" con un hombre ya divorciado corrupto y que espera a ser liberado tras algún que otro año en la cárcel.
Situaciones con moraleja que marcan un monólogo camaleónico en el que la actriz canta, interpreta y disfruta de la cercanía del público que entre carcajada y carcajada asiente ante situaciones del día a día. Especial momento en el que Carolina se transforma de nuevo en Beatriz Rico, una madre preocupada por los problemas cotidianos y que cuenta parte de su vida. En esa humana y sincera parte de su monólogo envía mensajes muy directos sobre "el tiempo", ese que falta siempre, pero que es el gran regalo que podemos hacer a nuestros mayores y que necesitamos todos.
Una humana Beatriz Rico se ha metido a los zamoranos en el bolsillo, y esta noche a parte de hacer pasar un buen rato a los espectadores ha removido conciencias.
