El Principal se convierte en un puente cultural hispano-ucraniano con Solomía Antonyak y Pablo Romé
El Teatro Principal de Zamora vivió una noche mágica con el concierto de la soprano ucraniana Solomía Antonyak y el guitarrista madrileño Pablo Romé, quienes transformaron el escenario en un auténtico puente cultural entre España y Ucrania. La velada, organizada con fines solidarios para ayudar a los damnificados por la DANA en Valencia, contó con el patrocinio del Ayuntamiento de Zamora y la colaboración especial de Cruz Roja.
Un tándem perfecto de música y emociones
Desde hace dos años, Antonyak y Romé han formado un dúo excepcional que ha dejado su impronta en teatros y eventos. En esta ocasión, el público zamorano fue testigo de una combinación única de la voz impresionante de la soprano y la maestría del guitarrista, quienes ofrecieron un espectáculo cercano y lleno de sensibilidad.
El repertorio fue cuidadosamente seleccionado para la ocasión, incluyendo desde los poemas de Lorca, adaptados magistralmente por Romé, hasta clásicos de la zarzuela y villancicos ucranianos que despertaron la nostalgia y la emoción entre los asistentes, especialmente entre los ucranianos presentes en el teatro.
Solidaridad a través de la música
El concierto no solo fue un deleite musical, sino también una muestra de la solidaridad zamorana. La causa, dirigida a apoyar a los afectados por la DANA en Valencia, añadió un matiz especial a una noche que demostró el poder de la música para unir culturas y tender puentes en momentos de dificultad.
La soprano Antonyak brilló con interpretaciones magistrales que abarcaron desde la ópera clásica hasta piezas de zarzuela, mientras que Romé cautivó con los sonidos de la guitarra española, en perfecta sincronía con la voz de su compañera. La ucraniana se atrevió hasta con alguna sevillana eso si del siglo pasado e hizo una interpretación sublime con su chorro de voz prodigioso.
Villancicos con sabor a hogar
El momento más emotivo de la noche llegó con los villancicos ucranianos y por supuesto Schedryk, o Ding, Dang, Dong, en inglés Carol of the bells interpretados con la participación especial del público. Las canciones navideñas, que evocaron los recuerdos de un país en guerra, trajeron un cálido consuelo a los asistentes ucranianos, en un contexto donde se acercan los tres años del conflicto. Una cruda realidad que parece increible en la Europa del siglo XXI.
El Teatro Principal de Zamora acogió un evento que no solo destacó por su calidad artística, sino por su capacidad de conmover y transmitir un mensaje de unidad y esperanza. Una noche para el recuerdo, en la que la mezcla de culturas y el talento de Antonyak y Romé dejaron una huella imborrable en el público zamorano.
Este concierto solidario demostró que, a través de la música, es posible cruzar fronteras, tender la mano al que lo necesita y conectar corazones en una velada inolvidable.
щасливого Різдва