Obispo de Zamora, sobre José Delicado: “ha muerto un santo”

El arzobispo emérito de Valladolid, José Delicado Baeza, ha fallecido esta noche, a los 87 años, en la Residencia de las Hermanitas de los Pobres de la capital vallisoletana, donde residía. La Misa exequial tendrá lugar mañana, martes 18 de marzo, a las 17 horas en la Catedral de Valladolid.

Enterado de su muerte, el obispo de Zamora –perteneciente a la misma provincia eclesiástica–, Gregorio Martínez Sacristán, ha dicho de él que "ha sido el gran artífice de toda la pastoral castellano-leonesa y de todas las experiencias que ha habido en orden a hacerla más viva, más evangélica, más evangelizadora y a la vez renovadora de la vida de las personas y de las diócesis".

El prelado zamorano ha añadido que "ha muerto un santo, un hombre bueno, un hombre intelectualmente muy valioso. Un pastor entregado, abnegado y preocupado por la región donde ha desarrollado su ministerio durante mucho tiempo". De hecho, monseñor Delicado fue uno de los principales impulsores de la pastoral conjunta entre las diócesis de la Iglesia en Castilla, junto a figuras como el sacerdote zamorano recientemente fallecido Benito Peláez.

Nacido en Almansa (Albacete) en 1927, José Delicado fue ordenado presbítero en 1951, ejerciendo diversos encargos en su Diócesis. En 1969 fue nombrado obispo de Tui-Vigo, y en 1975 se trasladó a la sede metropolitana de Valladolid, que rigió hasta 2002, cuando presentó su renuncia preceptiva por la edad, pasando a ser arzobispo emérito.

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