El parque de las Moreras de Olivares en Zamora vibró durante dos días con los ritmos de reggae y ska en lo que fue la última edición del Morera Reggae Festival. Después de diez años de éxito y haber consolidado a Zamora como un referente en este género musical, los organizadores han anunciado que esta edición, celebrada el pasado fin de semana, será la última.
El festival, que comenzó en 2014, ha sido un punto de encuentro para fanáticos del reggae, tanto locales como foráneos, que cada año se congregaban en el barrio zamorano para disfrutar de la música, talleres y diversas actividades. Familias enteras y numerosos aficionados al reggae inundaron las Moreras en una celebración que, aunque marcada por la tristeza de la despedida, también estuvo llena de la energía positiva y el espíritu comunitario que caracteriza a este género.
El viernes, los Majaikans encendieron el ambiente con su actuación, preparando el terreno para el plato fuerte de la noche: Potato, la legendaria banda de Vitoria-Gasteiz. Los vascos se entregaron al máximo en el escenario, ofreciendo un concierto que quedará en la memoria de los asistentes como uno de los momentos más emblemáticos del festival. Potato prometió volver a Zamora, aunque bajo un nuevo formato, dejando abierta la posibilidad de que la música reggae continúe sonando en la ciudad en el futuro.
La noche se cerró con Ital Storm Sound System, que prolongó la fiesta hasta la madrugada, llenando el ambiente con los sonidos que han hecho del Morera Reggae un evento tan querido. Aunque el festival como tal llega a su fin, la pasión por el reggae en Zamora no se apaga, y es posible que surjan nuevas iniciativas que mantengan vivo este legado.
El Morera Reggae Festival no solo se despide dejando un vacío en el calendario de eventos musicales de la provincia, sino que también cierra un capítulo importante en la vida cultural de Zamora. Su éxito radicó en la capacidad de reunir a personas de todas las edades y procedencias en torno a una música que, a pesar de sus raíces caribeñas, encontró un hogar en el corazón de Castilla y León.
Con la última edición de Morera Reggae, Zamora pierde uno de sus eventos más característicos, pero gana una década de recuerdos y experiencias que perdurarán en la memoria de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de vivirlo. Ahora, queda la expectativa de ver cómo evolucionará la escena musical en la ciudad, y qué nuevas propuestas surgirán para llenar el espacio dejado por este festival icónico.
