El concejal de Adeiza afirma que "ha imperado la exhibición política" sobre la divulgación de la obra del escultor.
Como ya anunciase en el pasado mes de octubre, el concejal de Adeiza e historiador Miguel Ángel Mateos ha presentado oficialmente su dimisión en el Registro del Ayuntamiento como miembro del Patronato de la Fundación Baltasar Lobo, que se reúne esta mañana en Zamora, presidido por Rosa Valdeón. Para Mateos, ha imperado la exhibición política sobre la obligación del Patronato de difundir la obra del escultor.
Tras comunicar hace unos meses su decisión a la alcaldesa y hacerlo público en los medios de comunicación, Miguel Ángel Mateos ha querido dejar por formalmente por escrito y en el Registro del Ayuntamiento los motivos de su dimisión en el Patronato de la Fundación que, según el concejal de Adeiza, pasan por diversas razones, como el traslado del Museo de Lobo al Ayuntamiento Viejo; la toma de decisiones sin consultar al Patronato; o la politización y "exhibición política" de la Fundación sobre su auténtico objetico, como es el de difundir el legado del genal escultor.
"La Fundación -indica Miguel Ángel Mateos- ha renunciado a su espacio territorial, el Castillo, al que ya en su momento nos opusimos por razones de conocimiento del edificio del que se trataba. Se hizo un trascendental y gravoso coste de inversiones públicas, para encontrarnos hoy, al final del camino, con un Museo que no existe, ni tiene nada que ver con lo planificado por las inversiones europeas. Hoy se traslada el museo al antiguo consistorio, sin analizar con el Patronato, ni escuchar las razones de su inconveniencia en este lugar".
Además, el concejal de Adeiza expone que "se han tomado decisiones trascendentales para la misma Fundación sin consultar ni tener en cuenta las opiniones ni pareceres del Patronato" así como que "hemos entendido que desde su origen se trataba de una politización partidista de la Fundación para asuntos muy concretos, sin entender que la cultura no puede politizarse, pues al fin produce los efectos que lamentamos".
Para el historiador la Fundación no cumple sus objetivos básicos. "Ni la publicitación, ni la difusión, ni el conocimiento de la obra del insigne escultor, objetivo fundacional básico, ha alcanzado en este largo periplo la relevancia que sin duda merece el rico legado recibido por tan eximio zamorano, como amante de su tierra y agradecido a quien en sus momentos le ayudaron a promocionarse".
Mateos asegura que "ha imperado la propaganda y la exhibición política y no el trabajo técnico e intelectual que exige su obra, cuya Fundación tenía que haberse entregado en manos de expertos y técnicos y no abandonado a los avatares y la superficialidad cultural de la vida pública. Los males no proceden ni arrancan de ahora, sino del pasado, de los orígenes de aquellos que se introdujeron para dirigir la Fundación, ignorando sus limitaciones".
"Ante todas estas desavenencias mantenidas por mí desde siempre y avaladas hoy con la realidad de los hechos -señala el historiador- y contemplado el declive y la desvirtualización de los fines y funciones que incumben al Patronato ( hasta hoy mero espectador de lo acontecido), no puedo seguir formando parte de la Fundación en respeto a la memoria de Baltasar Lobo, al que conocí y traté, porque traicionaría mis principios y lo que es más grave, traicionaría el nombre y la figura de cuanto representa Baltasar Lobo. Su obra no la hemos valorado ni tratado como se merece".
"Deseándole los mejores augurios y éxitos en la empresa de la Fundación -concluye Mateos-, declino en nombre de mi grupo, ADEIZA, del honor que nos concedisteis, nominándonos, en su día, para formar parte de la Fundación. No puedo participar en lo que no creo ni albergo la esperanza que por el camino seguido, se modifique el amejoramiento de la Fundación".