La vida de Frida Khalo pone broche de oro al Ciclo Escenario en el incomparable marco del Monasterio de Moreruela
El espectáculo sobre la vida y los amores de la artista mexicana puso fin al ciclo Escenario Patrimonio de Castilla y León, una iniciativa de la Junta de Castilla y León para ayudar a las compañías de Teatro y Danza ante una crisis sanitaria que ha provocado la suspensión de muchas actuaciones.
La compañía zamorana TodoArt13 no podía haber elegido mejor escenario que una abadía cisterciense del siglo XIII para ofrecer al público una visión moderna, mezcla de teatro y danza, de una mujer que hizo del dolor y el amor el centro de su pintura, llena de colorido y pasión. Todo estaba preparado a las 21 horas para dar comienzo a la función, pero los actores pidieron al público retrasarla 10 minutos para que anocheciera. Y entonces salió Frida, vestida de blanco, ofreciendo a los espectadores una danza llena de fuerza.
Luego llegarían el juego de sombras, el soliloquio del pintor que quería retratar a la artista mexicana pero que no era capaz de captar toda su esencia y las referencias al gran amor de Frida, el también pintor Diego Rivera, que la amó y desprecio con la misma intensidad. Solo el viento que hizo acto de presencia al arrancar la función puso la nota discordante en un espectáculo lleno de arte y humor, inmerso en una atmósfera surrealista entre las ruinas del Monasterio de Santa María de Moreruela.
No en vano, el espectáculo ha recibido tres premios: Mejor Intérprete, Coreografía y Espectáculo Original. Todo un éxito en el que nada se dejó a la improvisación. En el aparcamiento, miembros de Cruz Roja y bomberos de San Vitero permanecían atentos a posibles incidentes, pero no fue necesaria su intervención. Los espectadores no se despegaron de la silla y salieron de forma ordenada para mantener la distancia de seguridad.
GALERÍA DE IMÁGENES Y VÍDEOS SILVIA FERNÁNDEZ