"Es el momento de elevar el reconocimiento universal de la tauromaquia ante la Unesco"

photo_camera José Rodríguez Sanz-Pastor, secretario de la Consejería de Cultura (Foto:diariopalentino.es)

El secretario de la Consejería de Cultura, José Rodríguez Sanz-Pastor, destaca la presencia de los toros en todas las manifestaciones culturales de la Comunidad

El 3 de abril es ya una fecha histórica en Castilla y León, con la declaración como BIC con carácter inmaterial de la Tauromaquia, lo que implica la protección de la fiesta de los toros en toda la Comunidad. El secretario de la Consejería de Cultura de la Junta y vicepresidente de la Mesa de la Tauromaquia en Castilla y León, José Rodríguez Sanz-Pastor, explica a Zamora News la importancia de esta medida y los pasos a seguir en los próximos meses, de acuerdo con el Plan Nacional Pentauro.

-El Consejo de Gobierno acaba de aprobar la declaración de la Tauromaquia como BIC en la Comunidad. ¿Qué implica esta declaración?

-Aunque el inicio de los trámites comenzó en septiembre de 2012, hoy se ha dado un paso muy importante y hay que seguir en esa línea. El Estado ya ha declarado los toros Patrimonio Cultural y existe incluso la posibilidad de que así lo reconozca la Unesco. Son pasos importantes para salvaguardar la fiesta, la tauromaquia, en su sentido más claro de manifestación cultural. Los toros son una tradición milenaria, documentada en Castilla y León desde el año 1.000 y con una fuerte raigambre. Incluso en Toro tenéis un capitel que es la representación más antigua del toreo.

-Toro fue también la primera localidad del país en declarar Patrimonio Cultural la tauromaquia. El objetivo común de las administraciones locales, autonómicas y del Estado es elevar esta declaración ante la Unesco, lo que supondría un respaldo internacional de gran envergadura. ¿Cree que es factible?

-Creo que es el momento de hacerlo. La declaración BIC como patrimonio inmaterial es una nueva modalidad que establece la Unesco en 2003 y la tauromaquia se adapta perfectamente a ese sentimiento. Se trata de salvaguardar esa manifestación intangible pero presente en la arquitectura, en las artes e incluso en el paisaje de la dehesa, especialmente en Salamanca; de reconocer el valor de la fiesta como rito en el contexto en el que se desarrolla: grupos, una sociedad con una identidad colectiva que crea un patrimonio cultural. Por eso es muy importante la colaboración de las Comunidades Autónomas con el Estado. En Francia ya se decretó hace tiempo y creo que es factible promover ante la Unesco esta manifestación como Patrimonio Cultural Universal.

-La pasada semana se constituía la Mesa de la Tauromaquia de Castilla y León, de la que es vicepresidente. ¿Cómo va a ser el funcionamiento interno de esta entidad?

-La Mesa dispone de varios órganos y las decisiones se tomarán a través del pleno, que se reunirá de una a tres veces al año, con una comisión permanente a la que le toca desarrollar los objetivos. Así, hemos creado dos grupos de trabajo que reflejan los ejes del Plan Nacional Pentauro, de forma que Estado y Comunidad estemos lo más coordinados posible, como son la calidad del producto y competitividad; y comunicación y conocimiento. Lo que van a plantear esos grupos es una selección de temas, sean más fáciles o más complicados, para centrarnos y empezar a trabajar. La Mesa pone en comunicación a todos los profesionales implicados en el sector. Y la labor de promoción de la tauromaquia es muy importante para la Mesa.

-¿Por dónde pasa esa promoción?

-El objetivo es que la fiesta se vea con naturalidad y tenga mayor presencia en medios de comunicación, donde se echa en falta. La gente joven recurre a internet y las redes sociales, pero los medios más tradicionales tienen que tratarlo como una actividad más. Los toros son el segundo espectáculo de masas del país, en 2012 se vendieron más de 60 millones de entradas. Eso tiene que tener un reflejo en la sociedad.

-Antes se refería al Plan Nacional Pentauro. Un plan que sobre el papel suena muy bien pero que muchos sectores del toro ven con cierto escepticismo. Unos les acusan de ingenuos; otros piensan que es un brindis al sol. ¿Por qué hay que apostar por el Pentauro?

-El mayor logro del Pentauro es que por primera vez se abordan los problemas y todo el sector entiende cuáles son los problemas. Eso es de gran importancia. Hay muchas medidas que en la Comisión Nacional ya están en marcha. Unas son relativamente fáciles y otras son complicadas, pero lo más importante es empezar a moverse. Somos conscientes de que no todos los intereses convergen y que no es fácil; que a veces intentar dar solución en un sector puede entrar en conflicto con otro. No es fácil y nadie se llama a engaño. Pero por primera vez todo se va a poner sobre la mesa y se va a intentar solucionarlo. Sabemos que los problemas que tiene la tauromaquia no se van a solucionar en cinco meses, que esto es un trabajo a largo plazo. Pero tanto el Plan Pentauro como la Mesa de la Tauromaquia van a intentar facilitar puntos de encuentro y medidas que palíen la situación que vive el sector. No todo se resuelve en la misma vía, pero existe la voluntad de aglutinar a todos los sectores implicados y resolver las cuestiones que se planteen.

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