El escultor e imaginero muestra diversas piezas en La Rosa de Oro entre las que sobresalen su paso "La Sábana Santa" o varias imágenes de La Piedad, así como vidrieras inéditas o la maqueta de la Virgen de la Alegría.
Es uno de los grandes autores de obra religiosa, escultura e imaginería, en España. Pero el zamorano Higinio Vázquez hace bueno aquello de que "nadie es profeta en su tierra", ya que son muchos los zamoranos que desconocen la calidad y el volumen de la obra del escultor, presente en más de 44 iglesias y conventos de Madrid y en la Semana Santa de Zamora y de León. El escultor salda ahora una deuda histórica con su tierra natal exponiendo retazos de su obra religiosa en La Rosa de Oro, convertida hasta el 22 de abril en una inusual sala de exposiciones.
Autor de los dos relieves en mármol de Carrara realizados en el edificio de la antigua Caja Zamora (hoy sede de la Junta de Castilla y León), Higinio Vázquez ha aportado a la Semana Santa de Zamora la Virgen de la Alegría (cofradía de La Resurrección, 1993) y los grupos de la Coronación de Espinas (1999) y el Lavatorio (2001), que desfilan en la Cofradía de la Vera Cruz, en la tarde del Jueves Santo,a hombros de sus cargadores. El zamorano es asimismo autor de una Coronación de Espinas realizada en 1977 para la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León.
Nacido en 1930, el escultor muestra ahora en Zamora parte de su dilatada producción de obra religiosa en la que sobresalen sus dos maquetas del paso "La Sábana Santa", un proyecto acariciado en el tiempo que no ha llegado a realizar. La muestra se completa con vírgenes de reminiscencias románicas, crucificados, un genial Vía Crucis, vidrieras inéditas que descubren una faceta absolutamente desconocida del artista o distintas representaciones de la escena de La Piedad. Piezas que conforman una exposición que acerca la obra de Higinio Vázquez a los zamoranos y muestra su maestría técnica y su dominio de la materia y el volumen, la fuerza de su trazo y su exquisito tratamiento a pliegues de vestimentas y expresiones o el juego de miradas entre los personajes de un grupo escultórico. Nada está al azar.
Entre mantones y mantillas; entre encajes, paños de lana y terciopelos, la obra de Higinio Vázquez brilla con luz propia en La Rosa de Oro, donde permanecerá expuesta hasta el 22 de abril en lo que supone una acercamiento de parte de la producción religiosa del escultor e imaginero a su tierra zamorana. De esta forma él salda una deuda mantenida a lo largo de los años por un exceso de humildad. Ahora es Zamora la que le debe el reconocimiento y dar su justo lugar a uno de los artístas más prolíficos y brillantes que ha parido.