Luis Pasero, de Toledo, y el mejicano Mariano Sescosse, finalistas que también reciben como premio actuar en plazas de la provincia.
El jurado del IV Bolsín Taurino Tierras de Zamora ha hecho público esta noche el nombre del ganador y los dos finalistas del certamen, cuya final tuvo lugar el pasado sábado en Toro en una tarde en la que destacó el extraordinario juego de las vacas de Santa María de los Caballeros, que pastan en Fuentelapeña. Por unanimidad el jurado ha proclamado ganador al madrileño Carlos Ochoa, mientras que el toledano Luis Pasero y el mejicano Mariano Sescosse son los finalistas.
Diez novilleros tomaron parte en la final, en la que destacaron por su presentación y extraordinario juego las utreras de la ganadería Santa María de los Caballeros -procedencia Domecq por la vía de La Campana-, astifinas, de variado pelaje, con clase y buen comportamiento ante el caballo, que le sirvieron a los ganaderos de Fuentelapeña para recoger una merecida ovación al final de la tienta.
Unanimidad
La redonda faena protagonizada por Carlos Ochoa el pasado sábado, muy valorada por el público, lo convertía con seguridad en una de las firmes apuestas para ganar el Bolsín, en el que el jurado -presidido por el matador de toros zamorano Ángel Pascual Mezquita- ha otorgado el premio por unanimidad. El madrileño se las vio con una utrera cuya excelente calidad no desaprovechó, haciendo un toreo puro y largo con el que los aficionados vibraron en los tendidos del histórico coso toresano.
Por detrás de él en el veredicto, tanto de los aficionados como del jurado, estaba el nombre de Luis Pasero, el joven de Casarrubio del Monte (Toledo), que puso el alma en cada muletazo que daba.
Según informa el Foro Taurino, más complicada para el jurado fue la decisión para determinar el tercer puesto, pues eran varios los nombres de la tarde merecedores de ello. Al final, por unánime votación, recayó en el mejicano de Zacatecas, Mariano Sescosse, "tras mostrar su corte de torero puro con esos aires propios del país hermano de México, sobre los que cimentó una buena actuación en el coso toresano".
También ha sido valorado el excelente juego del ganado, que sirvió para que los diez finalistas pudiesen mostrar en plenitud sus cualidades y para que el público disfrutase de una final histórica con vacas de nota muy alta en cuanto a bravura y clase.
El premio consistirá en torear una novillada en la provincia, en la que el pasado año se celebraron 278 festejos taurinos, según los datos aportados por la Junta de Castilla y León.
