Era difícil encontrar una butaca libre en un Ramos Carrión que ha acogido en la tarde de este miércoles la clausura de las III Jornadas de desapariciones involuntarias de personas en el medio rural. Y lo ha hecho con la música de la Unidad de la Guardia Civil en un acto que ha supuesto el broche de oro a dos días de charlas, conferencias y formación a cargo de la Comandancia de la GC en Zamora.
Ha sido en un concierto en el que la expectación ha sido máxima con un público entregado a las peticiones del director, aplaudiendo en las entradas de los músicos por los laterales del patio de butacas y atento un recital en el que no pudo faltar el colofón al ritmo de la marcha fúnebre de Thalberg, todo un himno en nuestra Semana Santa.
El objetivo de estas jornadas es doble sirviendo de formación y puesta en valor del trabajo y la especialización de la benemérita en este ámbito, al tiempo que fomentando la concienciación sobre la importancia de denunciar este tipo de desapariciones a la mayor brevedad.