En el primer día del año, la comarca de Aliste, al oeste de la provincia de Zamora, volvió a vivir una de sus tradiciones más emblemáticas: el Carnaval de los Carochos. Esta celebración, que tiene lugar cada 1 de enero en Riofrío de Aliste, reúne a locales y turistas en una fiesta que mezcla teatro, máscaras y antiguos rituales paganos. El Carnaval de los Carochos no solo marca el inicio del año, sino que también conecta a la comunidad con su legado cultural y sus raíces más profundas, convirtiéndolo en un evento de Interés Turístico Regional.
Más allá de las festividades, Aliste es un territorio que preserva su identidad a través de la arquitectura tradicional. Sus pueblos, rodeados de montes y praderas, están llenos de casas construidas con piedra y tejados de pizarra, características que han perdurado a lo largo de los siglos. Estas construcciones no solo ofrecen una estampa pintoresca, sino que son el testimonio de cómo los habitantes de la comarca han sabido adaptarse a las duras condiciones climáticas de la zona a lo largo del tiempo.
La cercanía de Aliste con la frontera portuguesa ha dejado una huella importante en su cultura. A lo largo de los años, el intercambio con el país vecino ha influido en la gastronomía local, que incorpora platos como el bacalao, y en el lenguaje, con la presencia de algunas expresiones de origen portugués. Esta mezcla de tradiciones ha enriquecido aún más la oferta cultural de la comarca, convirtiéndola en un lugar de encuentro entre dos mundos.
El paisaje de Aliste es otro de los grandes atractivos para los turistas que visitan la comarca. El Puente Quintos, un puente medieval que cruza el río Aliste, es uno de los puntos más visitados. Este rincón, rodeado de naturaleza, ofrece vistas espectaculares y es un lugar ideal para los amantes de la fotografía y la tranquilidad. Además, el río Aliste es conocido por sus buenas condiciones para la pesca, lo que atrae a quienes buscan disfrutar de un entorno natural en plena calma.
En cuanto a la gastronomía, la comarca es famosa por su cordero alistano, un manjar que cuenta con Indicación Geográfica Protegida. Cocinado al horno de leña, el cordero refleja la tradición culinaria de la región y es uno de los platos más representativos. Acompañado de quesos artesanales y mieles locales, la cocina alistana se presenta como un verdadero deleite para los sentidos, que no solo satisface el apetito, sino que también ofrece una experiencia cultural única.