Alberto Durán pasea la única oreja de la tarde

photo_camera Alberto Durán paseó una oreja de peso por su faena al primero de su lote. (Fotos: Arturo Delgado)

Leandro firma una gran faena con el cuarto y El Capea pierde con la espada un trofeo con el quinto.

El zamorano Alberto Durán ha paseado la única oreja por su faena al tercero de la tarde en la segunda corrida de San Pedro en la que el sexto, manso de libro, ha dado al traste con sus opciones de puerta grande. La espada ha privado de un trofeo con el quinto, de gran clase, a El Capea mientras que Leandro dio una vuelta al ruedo por su faena al cuarto, noble y repetidor, con el que brilló en pasajes de gran altura.

Asentado y con gran aplomo y decisión recibió Alberto Durán a su primero a la verónica para rematar con una preciosa media a pies juntos. Tras atemperarlo en el caballo, saludaron en banderillas Raúl Martí y el zamorano de Guarrate Javier Gómez Pascual. Era un toro falto de entrega pero con posibilidades que el torero de Villamor de los Escuderos supo leer y aprovechar muy bien. Brindó al público para cuajar una faena de distancia y tiempo, con series cortas, templadas y de mano baja de mucho gusto, haciendo gala del toreo clásico que atesora, con poso y clase.

La afición de Zamora, que tanto necesita un torero, tiene torero. Y ese torero es Alberto Durán, que se ha reivindicado esta tarde siempre por encima de un toro que se acabó pronto y al que exprimió al máximo. Supo tirar de él por el pitón izquierdo para volver a la diestra, valiente y decidido. Mató de una media delantera y caída que le supuso la primera y única oreja de la tarde en una tarde en la que se pudieron cortar más orejas.

Con el que cerraba plaza, manso de libro, no tuvo ninguna opción. Era un toro aquerenciado que siempre buscó las tablas y se rajó en banderillas para echarse después en el ruedo. Alberto Durán intentó una faena imposible a un toro imposible que convirtió la suerte de matar también en un imposible, poniendo en aprietos tanto a la cuadrilla como al matador.

Leandro firmó con el cuarto una faena plena de estética y torería, con un toreo de mano baja, ligazón y regusto, componiendo muy bien la figura con ajustados lances de bella factura por ambos pitones, encajado, templado y a ralentí. Era un toro noble y repetidor al que mató de una estocada entera, aunque tardó mucho en doblar por lo que escuchó dos avisos. Incomprensiblemente el palco negó una oreja a una faena de gran altura en la que Leandro se vació y dio la gran dimensión de toreo de arte, clase y gusto que rezuma. Faena preciosista sin premio de las que perdura en la memoria de los aficionados, faena de cante grande.

Al que abrió plaza, flojo, desclasado y con cierto genio, lo recibió con suaves lances a la verónica. Inició pegado a las tablas y aunque el vallisoletano lo intentó en los medios el trasteo, a media altura, no alcalzó vuelo ni pudo calar en los tendidos, ya que el toro siempre quiso irse.

Pedro El Capea se encontró con el quinto de Valdefresno con un toro noble y con buen son que humillaba y que hizo gala de una gran clase aunque le faltó un punto de transmisión. Cuajado y con mucho oficio tiró de las embestidas del noble animal en los medios, tapándole la cara, dejándole la muleta siempre puesta y llevándolo largo y ligado por los dos pitones en una faena pulcra en la que firmó buenas series al natural, dándole distancia y tiempo. Su fallo con la espada le privó de un trofeo seguro y merecido.

Con su primero, rebrincado y que fue a menos, estuvo voluntarioso y valiente, apostando por un toreo de cercanías y con varios desplantes buscando agradar a los tendidos, que guardaron silencio tras su fallo con los aceros.

Precisamente en los tendidos, en contrabarrera, presenciaba la corrida la televisiva Ana García Obregón, acompañada por el torero extremeño Israel Lancho y el maestro de Villalpando Andrés Vázquez. También acudieron al festejo los matadores Joselillo y Miguel Ángel Sánchez.

Ficha del festejo.

Plaza de Toros de Zamora. Segunda y última de la Feria de San Pedro. Con más de media plaza en tarde calurosa se han lidiado cinco toros de Valdefresno y uno (3º) de Fraile Mazas de distinto juego (1º flojo y desclasado; 2º bronco y rebrincado; 3º falto de entrega, destacando el noble y repetidor 4º y el 5º, que humillaba y con clase, que fueron aplaudidos en el arrastre. El 6º, manso, impidió cualquier tipo de lucimiento). Leandro, silencio y vuelta al ruedo con fuerte petición tras dos avisos; Pedro Gutiérrez El Capea, silencio y ovación con saludos tras aviso; y Alberto Durán, oreja y silencio tras aviso.

Galería del festejo

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