Si Zamora es la cepa, los mejores sarmientos que le salieron a esta provincia fueron los de Cepa y Sarmientos, esos que hacían y hacen de la música tradicional una bandera de zamoranismo auténtica. La Plaza de la Catedral fue testigo de la vuelta de sus vástagos, esos que en los últimos años habían frenado su fuerza interpretativa del "folk duro" zamorano.
"Lava, lava, tiende, tiende, la ropita debajo del puente" suena en la cabeza de todos los que han asistido a ver a los de Moraleja del Vino una vez acabado el concierto. Con la Plaza de la Catedral bastante llena, el regusto de volver a oír a los de Cepa y Samientos permitió que grandes temas del folklore zamorano sonaran en un marco incomparable.
Manolo Sadia y sus hijos devolvieron a las calles zamoranas temas básicos de su discografía como "Quesique, que no que", "eres alta y delgada" o "El bolero de Algodre" en este 30 aniversario de la formación de Moraleja después de volver el pasado año a los escenarios después de más de 7 años de parón musical.