Solo los mayores de 18 años pudieron medirse con los astados en el ruedo, en un espectáculo cargado de adrenalina, carreras y más de un revolcón sin consecuencias graves. Las gradas vibraron entre risas, emoción y aplausos, mientras que el DJ mantuvo el ambiente encendido hasta bien entrada la madrugada.
La jornada transcurrió sin incidentes destacables y deja el listón alto para un fin de semana que se prevé aún más festivo. Villaralbo ya se prepara para vivir sus días grandes, con un agosto que, pese al calor sofocante, no enfría las ganas de fiesta