Miles de zamoranos se reunieron para participar en esta festividad anual, un momento perfecto para dejar atrás los malos tragos y abrazar el fuego purificador. Peñas, familias y amigos se congregaron en el parking de la Ciudad Deportiva, cumpliendo con la tradición de la Hoguera de San Juan. Los bomberos, como es costumbre, se encargaron de recoger los deseos y malos augurios escritos por los asistentes, para luego ser consumidos por las llamas, en un ritual que tiene raíces milenarias.
A medida que el fuego devoraba los papeles, las pavesas elevaban al cielo los buenos deseos, simbolizando la esperanza y la renovación. La atmósfera festiva se vio potenciada por la vibrante actuación de Selvatika XXL, cuyos gogos y músicos ofrecieron un espectáculo deslumbrante que mantuvo a todos los presentes bailando y celebrando hasta bien entrada la noche.
Aunque la celebración fue mayoritariamente pacífica, algunos incidentes menores ocurrieron, principalmente debido al exceso de alcohol, que llevó a que una farola fuera víctima del desenfreno de algunos asistentes. Sin embargo, la presencia constante de los equipos de emergencia y bomberos aseguró que cualquier problema fuera rápidamente resuelto, permitiendo que la tradición se llevara a cabo sin mayores contratiempos.
La Noche de San Juan en Zamora se ha consolidado como una de las festividades más queridas y esperadas, una oportunidad para la comunidad de reunirse, celebrar y mirar hacia el futuro con optimismo. Este año, la combinación de fuego, música y comunidad una vez más hizo que la ciudad brillara con una luz especial, recordando a todos la importancia de las tradiciones y la fuerza de los deseos compartidos.