"Con un sentimiento agridulce" tal y como relataba Matías Pérez, párroco de La Hiniesta, ha transcurrido el día en La Hiniesta, sin llenarse de zamoranos que acompañaran a su virgen hasta la localidad vecina. Apenas 30 personas pudieron presenciar la eucaristía aunque representaban a las dos localidades.
Matías Pérez cogió el micro de mano y se acercó un poco a los 30 "representantes" para hablar con ellos en cercanía. "Que extraño, normalmente tengo la iglesia llena en un día como este" les decía a los 30 que pudieron vivir en directo la que posiblemente ha sido la misa menos multitudinaria en los 730 años de la Romería de la Virgen de la Concha. Vecinos de La Hiniesta, representantes de las instituciones y unos pocos cofrades, esepecialmente de la Virgen de La Hiniesta.
Los piñoneros se vistieron de gala como un Lunes de Pentecostés más. No iban a recibir a los zamoranos, a millares, como otras veces y ni siquiera iban a poder ver a la Virgen de la Concha aunque un gran mural presidía en Santa María la Mayor. La prima, la Virgen de La Hiniesta, bajó de su hornacina para colocarse en un lado del altar y estar más cerca de sus fieles.
Con medidas estrictas de seguridad, primero en Zamora, a las 10.00 horas, después en La Hiniesta, a las 13.00 horas, la estampa fue la misma. Pocas personas, separadas, con mascarillas y rezando por todos los que se han ido en este tiempo, especialmente por aquellos a los que se ha llevado el coronavirus. Separadas por casi 8 kilómetros, en Zamora y en La Hiniesta, sin poder verse este año pero manteniendo viva la tradición.
No se pudo vivir el saludo entre pendones pero La Hiniesta sacó el suyo para saludar a los presentes en la iglesia y a los directivos de la Virgen de la Concha con Ricardo Flecha a la cabeza, estrenándose al frente en un año utópico. No se pudo oír las poesías de unos niños de comunión que, de momento, en La Hiniesta, no han podido comulgar pero sí sonó el Himno de La Concha gracias a Luis Pedraza y Los Campusinos pusieron también algo de colorido con un pasacalles musical para que los vecinos no olvidaran que están de fiesta.
