La noche del sábado 24 de agosto, la ciudad se iluminó con el tradicional desfile de carrozas, una celebración que sigue siendo un símbolo inconfundible de la localidad en plenas festividades.
El ambiente se llenó de alegría, color y música, con una multitud que salió a las calles para disfrutar de un espectáculo que, como cada año, no defraudó. Las carrozas, fruto de la imaginación y esfuerzo de los participantes, volvieron a sorprender con innovadoras creaciones. Cientos de niños se unieron a la fiesta, ataviados con disfraces temáticos que iban desde duendes y hadas, hasta corsarios y personajes de Disney. Este año, se sumó una carroza especial dedicada a los mayores, evocando el espíritu de Eurovisión.
La música no faltó en esta mágica noche. Dos batucadas, una charanga, la Banda de Música La Lira, Gigantes y Cabezudos, y los cornetas y tambores del Cristo de las Tres Caídas llenaron el aire de ritmo y energía. También se destacó la presencia de dos grupos de majorettes, que siguen intentando revivir el encanto de las "guindas de Toro", famosas en otro tiempo.
El desfile de carrozas es una de las noches más concurridas en Toro, atrayendo a visitantes de toda España. Este año, la tradición volvió a brillar, mostrando la esencia y la vitalidad de una ciudad que, en sus fiestas, celebra lo mejor de su cultura y su gente
