viernes. 29.03.2024
Asesinato-de-Afligido.-Toro-de-la-Vega-2011_Moment
Asesinato-de-Afligido.-Toro-de-la-Vega-2011_Moment

Desde PACMA denuncian que este sanguinario festejo señalaba internacionalmente a España y, concretamente, al pueblo de Tordesillas, con un espectáculo que representaba el mayor exponente del maltrato animal, hasta que, gracias a la enorme presión social expresada y ejercida contra el mismo, la Junta de Castilla y León aprobó el Decreto-Ley 2/2016, de 19 de mayo, mediante el cual se prohibía la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales en Castilla y León.

Sin embargo, tras más de seis años desde que se celebró el último “Torneo del Toro de la Vega”, el Ayuntamiento de Tordesillas pretende regular un nuevo espectáculo como si fuera tradicional.

El Partido Animalista ha presentado a este respecto un completo dossier informativo argumentando que este festejo se podría haber venido celebrando de forma irregular y que, además, según la propia normativa, podría ser susceptible de prohibición definitiva.

Falta de continuidad y de rigor documental

Se entiende por «espectáculos taurinos tradicionales» aquellos festejos populares con reses de lidia cuya celebración arraigada socialmente se venga realizando en la localidad de forma continuada desde tiempos inmemoriales, que son los que pueden acreditar una antigüedad de, al menos, doscientos años.

El conocido como “Torneo del Toro de la Vega” carecería de esa continuidad exigida, declara Eva Ramos; asesora jurídica de PACMA: no se ha celebrado, que haya constancia, al menos, en dos periodos históricos (de 1966 a 1969 y de 2016 a la actualidad). Por tanto, no debería ser considerado espectáculo taurino tradicional.

Además, el festejo conocido como “Toro de la Vega” no consistía tradicionalmente en un “torneo” en el que se alanceara a los toros, sino que se trataba de despeñar a los animales por la vertiente que había desde el mirador de los pobres al río Duero, explica Ramos.

El denominado como “Torneo del Toro de la Vega” se trataría pues de un espectáculo con un desarrollo y desenlace diferentes cuya celebración carecería de la antigüedad requerida para poder ser considerado inmemorial y, en consecuencia, tampoco podría ser considerado “espectáculo taurino tradicional”.

Por otra parte, la modificación aprobada ahora por el Ayuntamiento comprende tantos y tan sustanciales cambios que no realiza una adaptación de la ordenanza, que era lo que permitía el decreto-ley de 2016, sino la regulación de «un festejo diferente y nuevo«, explica la formación política animalista. «De los 53 artículos que componen la Ordenanza de 2013 se mantienen sin modificaciones tan sólo 4».

Mediante la modificación se pretende permitir la utilización de elementos específicamente prohibidos por la Ordenanza de 2013, como las garrochas y picas, al eliminar la prohibición expresa que contenía sobre el uso y porte de las mismas.

Desaparece también el capítulo dedicado al Régimen Sancionador, y, con éste, los artículos mediante los que la Ordenanza de 2013 regulaba las infracciones muy graves, graves y leves, las sanciones y graduación de las mismas. Tampoco se remite a otras normas para ello.

Permite que se «coloquen» al toro hasta 7 divisas mediante elementos expresamente prohibidos por la ordenanza de 2013. Ramos apunta que, aunque se haya utilizado el eufemismo «colocar» en relación a las divisas, lo cierto es que, tal y como se expone en el artículo 41, la divisa iría sujeta con un punzón o doble arpón de una longitud de hasta 80 milímetros, de los que 30 estarían destinados a elemento punzante; luego no se trata de colocar, sino de clavar, punzar, pinchar, picar, aguijonear y herir al toro.

Los «derechos» del toro

PACMA afirma que el CAPÍTULO IV titulado «Los derechos del toro» es «una falta de seriedad y de respeto absoluto hacia estos animales y una burla hacia la ciudadanía«. Según dicho capítulo, «como principal participante, el toro tiene unos derechos que se le respetarán estrictamente, ya que así lo dicta el buen sentido y la costumbre.”.

A este respecto, la formación animalista informa al Ayuntamiento de Tordesillas de que «en nuestro ordenamiento jurídico, para tener derechos es necesario estar considerado como sujeto de derecho. Si el ordenamiento considerara a los toros como sujetos de derecho no se les podría maltratar y haber maltratado en este tipo de festejos».

PACMA añade que es indignante que una administración pública como un Ayuntamiento sea capaz de «semejante atrevimiento: afirmar que un animal tiene derechos en el mismo texto en el que se regula cómo alancearlo por una turba, hiriéndolo con punzones y dobles arpones. ¿Derecho a ser torturado?», cuestionan.

La mentira del indulto al toro

Lejos de existir alguna posibilidad para los toros de ser devueltos a los prados donde recibir los «honores correspondientes» mencionados en las bases reguladoras, la celebración del festejo ha consistido siempre en un linchamiento colectivo del toro, sin ninguna posibilidad de no perder la vida, explica PACMA.

Muestra de ello es que, explica Ramos, a lo largo de toda la historia del festejo, tan solo a dos toros (Bonito, en 1993, y Presumido, en 1995) se les concedió el supuesto «indulto», pero nunca llegaron a ser devueltos a los prados, dado que «Bonito» falleció debido a las lesiones provocadas por los lanceros, y «Presumido», en su huida, fue abatido por la Guardia Civil.

Por todo esto, entre otras muchas declaraciones presentadas, el Partido Animalista alega la inviabilidad de la conformidad prevista en el Decreto-ley 2/2016, de 19 de mayo, por el que se prohíbe la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales en Castilla y León, sobre la pretendida adaptación de la modificación de las Bases Reguladoras del Desarrollo del Inmemorial Torneo del Toro de la Vega.

PACMA sostiene que las bases reguladoras del nuevo «Torneo del Toro de la Vega» son...