El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha adelantado que los centros de salud están llamando a aquellos ciudadanos que no se han vacunado para pedirles que acudan a hacerlo.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Igea insistió en "la necesidad urgente de completar la vacunación por el incremento constante de la incidencia de la pandemia en la comunidad sin repercusión importante en las unidades de cuidados intensivos". Sin embargo, matizó que "el 34% de los enfermos en las UCI no están vacunados" y subrayó que "el riesgo es tres veces más que el de la población vacunada de acabar en las unidades de cuidados intensivos".
Por ello, y "para que no paguen justos por pecadores", el portavoz de la Junta anunció que se estudia limitar las restricciones a aquellas personas que "voluntariamente" no se han vacunado. Esta medida solo se tomará en base a la saturación hospitalaria, más que sobre los datos de incidencia acumulada, que siguen subiendo.
"Hay que convencerles con los números, informando del elevado riesgo que corren porque no solo ponen en riesgo su vida y su salud sino también la de sus seres queridos", dijo Francisco Igea.
Consciente de que las administraciones no pueden obligar a la población a vacunarse, Igea recordó que "las empresas si pueden tomar medidas sobre los trabajadores". "Cada uno en su empresa puede saber qué margen de actuación tiene", zanjó.
Y volvió a repetir acerca de los no vacunados que "estamos hablando de unas cuantas decenas de miles de personas, población entre 20 y 55 años, que si tenemos una nueva ola pueden generarnos un problema de asistencia". Y recalcó que los justo es "restringir a quien ha decidido estar en una zona de riesgo".
