Formaciones municipalistas presentarán candidatura en 6 provincias en las elecciones de Castilla y León

Las opciones municipalistas pueden ser la llave de Gobierno autonómico y valoran crear un grupo común en las Cortes

Se presentan como única alternativa al abandono que sufre la región por parte de PP y PSOE

Los incendios forestales, la despoblación, la descentralización regional o la mejora de infraestructuras y la sanidad han sido objeto de análisis

Cortes de Castilla y León. Imagen de Archivo
photo_camera Cortes de Castilla y León. Imagen de Archivo

El movimiento municipalista de Castilla y León empieza a calentar motores de cara a las próximas elecciones autonómicas que, en principio, está previsto que se celebren el 15 de marzo de 2026 y a las que esperan presentar candidaturas en al menos seis de las nueve provincias de Castilla y León. Una participación que les permita no solo conseguir representación en el nuevo parlamento regional que surja de esta cita con las urnas sino incluso, y en base a los estudios internos y encuestas que manejan estas formaciones, la posibilidad de convertirse en llave de la gobernabilidad autonómica y poder constituir un grupo común en las Cortes.

Una veintena de representantes de agrupaciones municipalistas de las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Valladolid y Zamora han participado en una jornada de trabajo en la que han analizado problemáticas que afectan a sus provincias en particular como al conjunto de la comunidad.

Integrantes de Por Ávila, Vía Burgalesa, Sentir Aranda, ¡Vamos Palencia!, la Coordinadora de Partidos Municipalistas de Valladolid y Zamora Sí han coincidido en que las opciones municipalistas se presentan como única alternativa al abandono que sufre Castilla y León por parte de PP, PSOE y el resto de partidos nacionales.

“Todas las agrupaciones, sin conocernos, hemos llegado a la misma conclusión; la política tradicional no funciona porque no está sabiendo acercarse a las necesidades de los ciudadanos. Ni siquiera a nivel local o regional. Aquí no se trata de crear un partido tradicional, sino de estar coordinados porque nos hemos dado cuenta de que la unión hace la fuerza y muchos de los que estamos aquí tenemos problemas comunes”, ha señalado Antonio Linaje, representante de Sentir Aranda y alcalde de Aranda de Duero (Burgos).

Durante la sesión se han tratado, entre otros temas, las causas de los incendios forestales del pasado verano, los graves errores que se cometieron desde la Junta de Castilla y León y las medidas a tomar para que algo así no vuelva a ocurrir.

También ha habido tiempo para plantear medidas para impulsar la repoblación de los municipios de Castilla y León y la necesidad de descentralizar la economía regional y áreas específicas de la propia Administración autonómica para dar un servicio más cercano al ciudadano.

Actuaciones en materia de infraestructuras y mejora del transporte y las conexiones, propuestas para atraer inversiones y dinamizar el tejido empresarial castellano y leonés y las carencias de la sanidad, en especial en las zonas rurales han sido también objeto de análisis.

Un movimiento de entidad

En Castilla y León, hay casi 300 formaciones municipalistas activas. En los últimos comicios locales, celebrados en mayo de 2023, lograron más de 64.000 votos, que se tradujeron en 561 concejales y 33 alcaldías.

Todos los participantes en la jornada han coincidido en que detrás de su aparición se encuentra la necesidad de hacer frente a la nula atención recibida por parte de los partidos de ámbito nacional con una apuesta marcada por la cercanía y ligada al territorio.

“Surgimos por el abandono que los denominados partidos tradicionales daban a provincias como la nuestra, habitualmente marginada tanto desde el Estado como desde la Junta de Castilla y León. Somos los que estamos más pegados al territorio, que tenemos como prioridad. Para nosotros la prioridad siempre va a ser cualquier cosa que favorezca a nuestra ciudad, nuestra provincia, venga de donde venga”, ha señalado Héctor Sastre, de Por Ávila.

Esta formación, constituida en 2019, ha alcanzado el gobierno en el Ayuntamiento de la capital abulense y de otra decena de municipios de la provincia. Cuenta con cinco diputados provinciales y en las elecciones autonómicas de 2022 logró un procurador en las Cortes de Castilla y León que confían en renovar en 2026.

Desde ¡Vamos, Palencia!, su propuesta no va solo encaminada a hacer frente al abandono institucional que sufren, sino también en implicar a la ciudadanía en la lucha por conseguir sus objetivos a través de una doble vía, el partido político y la asociación. Con menos de cuatro años de trayectoria, ya han conseguido llevar al primer plano cuestiones como el soterramiento del ferrocarril, aprobado en 2010 pero para el que no se ha dado aún ningún paso.

“¿Por qué queremos presentarnos a las elecciones autonómicas? Porque creemos que hay muchos castellanos y leoneses que quieren una opción diferente a los que saben que no van a hacer nada por Castilla y León porque solo les interesa el ámbito nacional”, ha indicado Diego Isabel, su presidente.

Un planteamiento similar que mantuvieron Jesús Losada y Rocío Ferrero, de Zamora Sí, Álvaro Eguiluz, de Vecinos por Belorado y portavoz de Vía Burgalesa, o Santiago Álvarez, representante de la Coordinadora de Partidos Municipalistas de Valladolid, que han puesto como ejemplo de decisiones imposibles de comprender desde el territorio la supresión de la parada de tren de Sanabria para que el trayecto desde Vigo tarde 12 minutos menos, o la demora en la ejecución de la A-12.

“Tenemos que estar unidos para llegar a organismos supramunicipales, para construir, para que decidamos las políticas que ayudan a los vecinos. Hay que hacer menos ruido y llevar a cabo más acciones”, ha concluido Santiago Álvarez.

La jornada se ha celebrado en Mozón de Campos (Palencia) por la enorme carga simbólica de este municipio, ya que fue en su castillo donde se celebraron las primeras sesiones de la asamblea de Parlamentarios de Castilla y León, origen del Ente Preautonómico constituido el 22 de julio de 1978 y considerado el germen de las actuales Cortes de Castilla y León.

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