Un escultor anónimo en León ha vuelto a sorprender con una nueva instalación. En esta ocasión, en una rotonda capitalina, ha colocado un enorme pimiento de casi 2,5 metros de altura. Lo interesante es que este no es un montaje escatológico como sus obras anteriores, como el 'cagador', un pene, una rata o una vulva gigantes. En lugar de eso, ha optado por un enfoque diferente: un pimiento cubierto por una capa de billetes. Este simbolismo busca transmitir un mensaje contra el mercantilismo, incluso en productos provenientes de la tierra, desafiando la comercialización absoluta de todo.
