Las instalaciones, homologadas, han sido promovidas por la Asociación Cultural-Deportiva de la localidad.
La localidad de Ayóo de Vidriales ha visto cumplir uno de sus deseos desde hace años: contar con una pista reglamentaria de calva que pueda dar servicio a los numerosos vecinos del pueblo e incluso a los de localidades aledañas que suelen acudir los domingos y festivos en que se disputan partidas.
Las pistas, cuatro en concreto, han sido promovidas por la Asociación Deportiva-Cultural de la localidad, tal y como ha informado su presidente, David Martínez, quien se ha mostrado muy satisfecho con la actuación.
Las instalaciones han sido costeadas en un 78% con una subvención del Grupo de Acción Local Mecoval, mientras que el resto, hasta un total de 36.000 euros, ha sido asumido por el propio colectivo cultural. Las mismas han sido ubicadas en el paraje conocido por el nombre de Requejo, el mismo donde se venía practicando habitualmente este juego autóctono que de tanta aceptación goza en esta zona de la provincia. Martínez ha explicado, no obstante, que en el invierno el juego se trasladaba a una calle del pueblo, lo que suponía un peligro para los mayores y los niños.
El presidente de la asociación ha destacado que en Ayoó la calva se practica durante todo el año los domingos y días festivos en horario de cinco de la tarde en invierno y una hora más en verano, y que son numerosas las personas de los pueblos de alrededor que participan en los campeonatos que se organizan. "Hay mucha afición y teníamos una ilusión grande en poder contar con pistas homologadas de acuerdo a la normativa que hay para este juego, y eso nos animó a lanzarnos a pedir las ayudas económicas para poner en marcha las pistas", ha manifestado al respecto el presidente.
El acto de inauguración de la zona de juegos ha marcado por otro lado el inicio de la semana cultural promovida por el colectivo cultural, la cual se prolongará hasta el próximo domingo día 17, y en la que se incluyen diversas actividades como una charla sobre la enfermedad de Alzheimer, un encuentro de quintos y juegos para niños y mayores. La semana culminará con una comida de hermandad entre los 180 socios con que cuenta la asociación.