Miguel Camino deja el MMT Seguros tras cinco años defendiendo el pistacho

Mientras hablaba García Valiente, a Camino le costaba levantar la mirada y ver, al fondo de la sala de prensa, a los que han sido sus compañeros estos años, algunos casi hermanos como Iñaki o Peli, con los que ha compartido la aventura desde el inicio. Cuando le tocó el turno de palabra no quiso olvidarse de nadie de los que le han apoyado estos cinco años.

Miguel Camino se sentaba frente a los micrófonos para enfrentarse a "la rueda de prensa más difícil", la del adiós a cinco temporadas de pistacho, la del adiós al Camba y al Ángel Nieto; a Zamora y a un grupo magnífico de Guerreros de Viriato. Arropado por muchos de sus compañeros y por García Valiente, quiso agradecerles la confianza, el apoyo y el trabajo de estos años. Fueron ellos, junto con su familia, y especialmente sus padres, los que estuvieron más presentes en su carta de despedida.

Una carta en la que la afición, los medios de comunicación y muchas de las personas que componen el Balonmano Zamora y que han hecho posible estos cinco años tuvieron su hueco.

Miguel Camino se despide con la espina clavada de no poder hacerlo sobre la pista, haciendo lo que mejor sabe, levantar de sus asientos a los aficionados zamoranos con esos vuelos sin motor desde el extremo, sin embargo, Camino se despide con la sensación clara de haberse vaciado en cada encuentro y de recibir, desde el principio, muchísimo cariño de toda la ciudad.

Sin despejar la incógnita de su nuevo club, el zamorano de adopción deja un hueco en el 40x20 difícil de sustituir, y uno más importante fuera de él, siendo siempre el pegamento que une plantillas aunque, en su despedida, haya pedido perdón por los errores que ha apodido cometer y por lo difícil que es convivir con "un vinagres" como él.

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